El domingo 17 de noviembre, Washington autorizó a Kiev a utilizar misiles estadounidenses de largo alcance para atacar a Rusia. Estados Unidos “Dio luz verde al uso de misiles de largo alcance”dijo a la AFP un funcionario estadounidense que habló bajo condición de anonimato.
El presidente Joe Biden accede así a una antigua petición de Kiev, poco antes de su salida de la Casa Blanca y del regreso de Donald Trump, muy crítico con la ayuda estadounidense a Ucrania.
Los misiles deberían usarse inicialmente en la región fronteriza rusa de Kursk, donde se han desplegado soldados norcoreanos en apoyo de las tropas rusas, según el New York Timesque cita a funcionarios estadounidenses que hablaron bajo condición de anonimato.
Temor a una escalada con Moscú
Ucrania ha pedido repetidamente a sus aliados occidentales autorización para atacar en profundidad territorio ruso con misiles de largo alcance. Pero varios países, incluido Estados Unidos, se han negado hasta ahora a dar esa luz verde, por temor a una escalada con Moscú.
El presidente ruso Vladimir Putin advirtió que tal decisión significaría “Los países de la OTAN están en guerra con Rusia”.
En su campaña para regresar a la Casa Blanca, Donald Trump se apresuró a criticar las decenas de miles de millones de dólares liberados para Ucrania desde el inicio de la invasión rusa en febrero de 2022.
El presidente electo, que asumirá el cargo el 20 de enero, se ha comprometido a resolver este conflicto “en 24 horas”, sin explicar nunca cómo.
Ucrania teme un debilitamiento del apoyo estadounidense, en un momento en que sus tropas se encuentran en dificultades en el frente, o que se le imponga un acuerdo que implique concesiones territoriales a Rusia.
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