Por primera vez desde el inicio de la invasión rusa, el canciller alemán Olaf Scholz mantuvo el viernes una conversación telefónica de una hora con el presidente ruso Vladimir Putin. Según el portavoz del Kremlin, “Putin explicó detalladamente a Scholz nuestra visión de la situación y las posibles perspectivas de desarrollo”.
Por parte del Gobierno alemán, Olaf Scholz pidió a Rusia que muestre su “disposición a iniciar negociaciones con Ucrania con vistas a una paz justa y duradera”. La llamada parece haber sido bastante tensa, dado que las posiciones de ambas partes se mantienen sin cambios.
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La ira del presidente ucraniano
Este llamamiento, que hizo saltar al presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, se produce en el contexto en el que Donald Trump fue reelegido y cuya posición es conocida: pide a Europa que “asuma sus responsabilidades” y cree que Estados Unidos no tiene que defenderse. Ucrania.
“Las conversaciones con el dictador ruso por sí solas no aportan ningún valor añadido para lograr una paz justa”, afirmó el portavoz de la diplomacia ucraniana, que está en la misma dirección que Volodymyr Zelensky.
El presidente ucraniano pide “acciones concretas y contundentes” para obligar a Rusia a lograr la paz. En otras palabras, Ucrania esencialmente está pidiendo a Europa que consolide su defensa y le proporcione armas en lugar de ceder ante Rusia.
Sentimiento de abandono
Vladimir Putin no tendría ningún interés en firmar un acuerdo de paz, según el presidente ucraniano. Tal como están las cosas, la economía de guerra de Rusia le está funcionando bien y su ejército está avanzando hacia Ucrania más que nunca. Por el contrario, Ucrania se encuentra en grandes dificultades.
De hecho, hablar de negociaciones directamente con el presidente ruso, sin dar garantías en términos de seguridad a largo plazo, da a los ucranianos la impresión de que están abandonados.