Sabía que su cliente era peligroso y violento. Un traficante de drogas de 43 años denunció a su cliente tras ver un cadáver en su casa de Gouarec, en el sur de Morbihan. El cliente, un hombre de 30 años, está acusado de asesinato. Su comerciante fue condenado a 24 meses de prisión, incluidos seis meses de libertad condicional. Ambos fueron encarcelados.
Todo comienza el 13 de noviembre. Un hombre se puso en contacto con la gendarmería para decirles “que había visto a un hombre muerto en el baño de uno de sus amigos”, afirma Nicolas Heitz, fiscal de Saint-Brieuc. El amigo en cuestión “tiene un amplio prontuario criminal”. Posteriormente, la policía supo que en realidad su “amigo” era un cliente y que había venido a entregarle estupefacientes.
Un cuerpo descubierto en un césped
En el teléfono del traficante, los gendarmes encontraron mensajes “que podrían estar relacionados con la muerte de un hombre de 70 años”, también residente en Gouarec. Bajo custodia policial, menciona la presencia de un arma en la casa de su cliente.
Al mismo tiempo, un transeúnte alertó a la policía. Vio un cuerpo en el césped a unos 100 metros de la casa del cliente. En el lugar, la brigada de búsqueda de Guingamp encontró a la víctima. El médico forense constató “la presencia de lesiones importantes en el rostro y la cabeza”. Su autopsia arrojará varias fracturas y heridas en la cara y el tórax, heridas en brazos y manos, “realizadas con un objeto punzante”. La víctima también presentaba una quemadura en la muñeca.
Bajo custodia policial, el cliente admite haber “metido la pata” con la víctima el 12 de noviembre al final de la tarde. El sospechoso admite haber “asestado un golpe” que provocó que el septuagenario cayera al suelo. Luego supuestamente transportó a la víctima “sola”, insiste la fiscalía, a la parte trasera del aparcamiento. Supuestamente “lo dejó pensando que todavía estaba vivo”.
Por su parte, el dealer añadió durante su audiencia que “prefirió denunciar el asesinato sabiendo que quien pensaba que era el autor era peligroso y que ya lo había visto violento con la víctima”. El presunto asesino fue acusado de asesinato y puesto en prisión preventiva. Los investigadores no establecieron ningún vínculo entre este asesinato y “las violaciones de drogas reveladas por la investigación”.
Un comerciante que vende “en grandes cantidades”
Sobre este aspecto de la investigación, resulta que el hombre de cuarenta años no era un narcotraficante de poca monta. En su domicilio, la policía antinarcóticos “en cantidades importantes”: 23.850 kg de resina de cannabis, 1.447 kg de hierba de cannabis, 137 g de cocaína y 13 pastillas de éxtasis. El hombre vende “en grandes cantidades” a través de mensajes de Telegram.
Fue juzgado en el marco de una comparecencia de admisión previa de culpabilidad (CRPC) y condenado a 24 meses de prisión, seis de los cuales fueron suspendidos por dos años.