La televisión por satélite Puede considerarse una tecnología obsoleta, pero sigue siendo mejor que netflix cuando se trata de retransmitir en directo programas de alta audiencia.
En cualquier caso, esta es la demostración que acaba de hacer Netflix retransmitiendo en directo un combate de box entre Mike Tyson y Jake Paul.
El partido, pretexto para una importante campaña publicitaria de Netflix que generó grandes expectativas entre el público, decepcionó en muchos niveles. No sólo los combates de lucha del WWF Parecía más creíble, pero la transmisión fue caótica. Mala calidad de imagen, buffering constante, fotogramas congelados… Es el espectáculo que ofrece Netflix.
A pesar de estos colosales recursos, Netflix no habrá tenido la capacidad técnica necesaria para transmitir un combate de boxeo en vivo muy esperado.
No basta con querer hacer televisión, hay que poder hacerlo. Y para eso el satélite es imbatible.
El satélite sigue siendo superior al streaming para la retransmisión de eventos de gran audiencia porque permite la transmisión de una única señal captada simultáneamente por un número ilimitado de espectadores sin sobrecargar la red, garantizando así una retransmisión estable y continua con una latencia mínima.
A diferencia del streaming, que depende del ancho de banda de Internet y puede verse afectado por sobrecargas de red o conexiones lentas, el satélite proporciona una calidad de imagen constante y cubre grandes áreas geográficas, incluidas áreas remotas sin acceso a Internet de alta velocidad. Esto garantiza que todos los espectadores reciban contenido en tiempo real y con una calidad óptima, independientemente de su ubicación o del número total de espectadores.
En términos de costes para un evento único como este combate de boxeo, promovido por una importante campaña de comunicación, el satélite y el streaming difieren significativamente. La transmisión por satélite tiene altos costos fijos, como el alquiler de ancho de banda satelital y el uso de equipos especializados, que se mantienen constantes independientemente del número de espectadores. El streaming, por otro lado, tiene costos iniciales más bajos, pero estos aumentan con la audiencia, lo que requiere más ancho de banda, servidores y capacidad de red para manejar una gran cantidad de conexiones simultáneas.
Por lo tanto, para un evento único con una gran audiencia, el satélite puede ser más rentable, ya que sus costos no varían con el número de espectadores, mientras que los costos de transmisión pueden aumentar significativamente dependiendo del tamaño de la audiencia.
Si Netflix tuvo los medios para montar la operación promocional en torno a este partido, no tuvo los medios para retransmitirlo correctamente. Al final, la retransmisión y el partido estuvieron al mismo nivel…