Con una excepción, el partido de la Liga de Naciones Francia-Israel de este jueves por la noche en el Estadio de Francia (Saint-Denis) transcurrió “muy bien desde el punto de vista de la seguridad”. Sin embargo, dos personas fueron detenidas y puestas bajo custodia policial tras una “pelea” en las gradas, afirmó este viernes por la mañana el jefe de policía de París, Laurent Nuñez, en France 2. “Una persona fue arrestada inmediatamente y otra después del partido, una vez que pudimos analizar lo que había sucedido en el vídeo”, dijo.
Según el jefe de policía de París, esta “pelea” fue “inmediatamente contenida por los administradores de la Federación Francesa de Fútbol (FFF)”. “También intervino la policía, que estaba apostada dentro del estadio”, añadió. “Fuimos extremadamente reactivos (…) Después no hubo más incidentes”, afirmó también Laurent Nuñez sin dar más detalles sobre el origen y perfil de las personas involucradas en esta pelea.
Esto tuvo lugar en el anillo intermedio del Estadio de Francia, donde se encontraban un grupo de aficionados franceses y otro israelí. Según un testigo del lugar entrevistado el jueves por la noche por Le Parisien, personas encapuchadas corrieron hacia los aficionados franceses tras las “provocaciones” de los espectadores franceses.
En cuanto a la manifestación pro palestina que tuvo lugar al margen de esta reunión, Laurent Nuñez aseguró que estuvieron presentes 1.400 personas y que no hay que lamentar ningún incidente. “Después, entre cincuenta y cien personas intentaron llegar al Estadio de Francia, pero se lo impidieron”, afirmó. “Este partido de fútbol tenía un contenido particular dado el contexto geopolítico”, admitió no obstante. Pero según él, la policía “se manifestó ayer (JUEVES) que las condiciones de seguridad se cumplieron perfectamente”.
Debido al contexto internacional y a la violencia antisemita ocurrida la semana pasada en Ámsterdam, se movilizó un sistema de seguridad sin precedentes para garantizar la seguridad de este partido. Unos 2.500 policías y gendarmes estaban presentes en los alrededores del estadio y 1.500 en París y sus zonas de transporte. Entre ellos se encontraban CRS y gendarmes móviles. Prueba de esta preocupación, el Estadio de Francia sonó vacío: apenas acudieron más de 16.000 personas, la peor asistencia para los Bleus en este estadio.