En Corea del Sur, los padres invadieron lugares de culto el jueves, día del examen anual de acceso a la universidad para cientos de miles de estudiantes de secundaria, con la esperanza de que sus hijos aprobaran esta prueba crucial.
En este país obsesionado por el éxito, los adolescentes suelen prepararse durante años para el “suneung”, este examen destinado a abrir las puertas a los establecimientos más prestigiosos del país.
Es un día decisivo para su carrera, su nivel de ingresos e incluso sus perspectivas matrimoniales.
El día del suneung, las familias también se reúnen. En una iglesia protestante en el exclusivo distrito de Gangnam en Seúl, los padres se reunieron el jueves para un maratón de oraciones de 9 horas, todas las cuales se destinarán a los 522.670 estudiantes que tomarán el examen de ingreso a la universidad de este año.
“Estaba tan estresada que no pude dormir anoche, pero la sesión de oración me hizo sentir mucho mejor”, confiesa Kang Soo-jung, asegurando que tenía previsto quedarse todo el día en esta iglesia.
En otra iglesia protestante en Seúl, el pastor Han Seung-woo dirigió una oración frente a cientos de padres el jueves. Muchos de ellos no pudieron contener las lágrimas cuando el clérigo oró a Dios para que bendijera a sus adolescentes.
“Ya sea que los estudiantes aprueben el examen o no, los padres pueden sentirse reconfortados al saber que Dios está con ellos en cada paso del camino”, dijo el pastor.
– “Uno de los días más importantes” –
En el famoso templo budista Bongeunsa, uno de los más grandes de Seúl, el monje Wonmyung se esfuerza por tranquilizar a los padres, algunos de los cuales han realizado los 108 saludos rituales.
“Sé que es uno de los días más importantes en la vida de un padre”, enfatiza Wonmyung. Se trata de “orar para que (los estudiantes) tengan paz y tranquilidad en sus mentes”, señala.
Para las familias que no pueden asistir personalmente a un lugar de culto, algunas oraciones se transmiten en YouTube.
BTN, el canal de televisión budista más grande de Corea del Sur, transmitía cánticos religiosos.
Como cada año, Corea del Sur hizo todo lo posible para que nada perturbara la serenidad de los acontecimientos.
El gobierno surcoreano ha suspendido los despegues y aterrizajes de aviones en todo el país mientras dure una prueba oral de inglés. También se han reprogramado más de 156 vuelos.
También se ha pedido a las empresas que abran más tarde para permitir que los candidatos lleguen al lugar del examen sin incidentes. Incluida la Bolsa de Valores que abrió con una hora de retraso.