“Quería testificar en uniforme, pero no pude usarlo porque nunca podré volver al servicio”. La policía víctima de un intento de asesinato en Beauce contó el miércoles cómo Marco Rodrigue le robó su carrera disparándole en agosto de 2021.
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Catherine Giroux compareció valientemente ante el juez Louis Dionne el miércoles en el marco de las observaciones sobre la sentencia que se impondrá al hombre que intentó matarla.
La mujer policía lo tiene claro. El 18 de agosto de 2021, Marco Rodrigue le quitó todo.
“Me quitó mi carrera, mi pasión. Le quitó parte de la adolescencia a mi hija y le dio una pesadilla a mi pareja y a mis seres queridos”, testificó la señora Giroux, insistiendo en que “la Catherine de antes” lamentablemente ya no existe.
“Mi vida está destruida por estos acontecimientos”.
Catherine Giroux, en su patrulla SQ, en los días previos al intento de asesinato del que fue víctima por parte de Marco Rodrigue el 18 de agosto de 2021 en la autopista 73.
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Numerosas secuelas
¿Cómo será el futuro de las mujeres?
Ella no sabe nada al respecto y esta incertidumbre la carcome, tres años después de la tragedia de la que milagrosamente salió viva. Sin su reflejo de inclinarse hacia la izquierda cuando se disparó, recordó que habría recibido la bala “en la cara”.
Pruebas presentadas ante el tribunal
De “la niña que a veces tenía que sentarse para frenarla”, pasó a ser la que “tiene dificultades para pasar sus días”. Las consecuencias físicas son muy numerosas.
En concreto, ha tenido que acudir al fisioterapeuta o al terapeuta ocupacional 243 veces desde el intento de asesinato. También se sometió a tres cirugías para reconstruir su mano izquierda, además de otra para extraer fragmentos de proyectil alojados en sus ojos. No está a salvo de futuras cirugías o complicaciones en el futuro.
“Cada mes, mis dedos se vuelven cada vez más torcidos. Sufro de artrosis traumática y los médicos me dijeron que tengo la mano de una persona de 90 años”, dijo el oficial Giroux.
Entonces, además del dolor físico que siempre está presente, existe un gran malestar psicológico. Todo acompañado de pensamientos oscuros, confesó.
“Vivir conmigo todos los días se ha vuelto difícil”.
“Me encantó mi trabajo”
Catherine Giroux se ha hecho cargo de algunas tareas administrativas, pero en la estación nada es igual, afirma emocionada.
Varios funcionarios de la Seguridad de Québec estuvieron presentes en el tribunal de Saint-Joseph-de-Beauce para apoyar a la agente de policía Catherine Giroux durante las observaciones sobre la sentencia en el caso de Marco Rodrigue, culpable de intento de asesinato del agente.
Pierre-Paul Biron – Diario de Québec
Incluso hoy, le cuesta aceptar el hecho de que los médicos le dijeron que tendría que “encontrar un plan B”, incapaz de volver a patrullar o incluso trabajar en investigaciones criminales.
“Mi vida era patrullar. Me encantaba mi trabajo”, recordó la agente Giroux entre lágrimas, añadiendo de manera desgarradora que todavía no puede “amar plenamente” a la Catherine en la que se ha convertido desde que Marco Rodrigue le puso la mira de su rifle.
“En mi corazón, soy una fuerza policial”.