Este domingo celebramos a Cristo Rey del universo, y el Evangelio utiliza varias veces esta misma palabra “rey”. Sin embargo, todo conspira para hacernos abandonar las representaciones que generalmente asociamos con la realeza. Cuando Pilato hace su primera pregunta, no le pregunta a Jesús si es rey en términos absolutos, sino si es el rey. “rey de los judíos”, buscando instalarlo en el conflicto político entre dos bandos. Como suele ocurrir, Jesús sólo responde con una pregunta, para cambiar la espera: ¿quién dice eso? ¿Judíos?
Pero esto le ofrece la oportunidad de desarrollar su realeza que, una vez más, no es la de los hombres: ¡un rey terrenal habría tenido soldados a su alrededor para defenderlo! Es un rey, por supuesto, pero no para el combate. Además, su única función es “dar testimonio de la verdad”lo cual no deja de ser sorprendente para un rey, cuya función suele ser la de liderar. Peor aún, la versión griega nos recuerda que “para dar testimonio”, es ser un “mártir”. Entonces ¿quién es este rey?
Testificar de la verdad
Si Jesús continúa cambiando nuestras expectativas es precisamente para dar testimonio de la verdad: Dios que no es a nuestra imagen pero que
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