La dimensión criminal de la escena que se desarrolló el sábado 9 de noviembre en el barrio de Kermabon, en la calle Pen ar Vir, en Douarnenez (29), queda demostrada por las conclusiones de la autopsia practicada al cuerpo de la segunda víctima, encontrada por los socorristas en un incendio en un apartamento situado en la planta baja de un edificio de dos plantas y tres escaleras, es decir, doce apartamentos, para 19 inquilinos.
Dos muertos con heridas de arma blanca
Según la fiscalía de Quimper, el cuerpo del inquilino, Éric Hobe, de 61 años, presenta huellas de varias heridas que “le provocaron la muerte”. “Posiblemente con la misma arma que la primera víctima”, añade el fiscal de Quimper en un comunicado difundido este miércoles.
Alertados por el humo durante una patrulla el 9 de noviembre, los gendarmes descubrieron al pie del edificio a “un hombre, sin camisa, descalzo y con unos vaqueros ensangrentados”. Este último, Nicolas Trividic, de 44 años, “presentaba heridas en el tórax. Aunque estaba consciente, no pudo comentar los hechos antes de morir en el acto”. La fiscalía precisa que la autopsia realizada el 12 de noviembre reveló “la presencia de dieciséis golpes con arma tipo cuchillo”.
Se trata, pues, del escenario de un doble homicidio intencional -asesinato o asesinato- en el que ahora trabaja la justicia. En particular buscando uno o más protagonistas.
Hallados un cuchillo y un encendedor
Según el tribunal, Éric Hobe, la víctima encontrada en el apartamento quemado y completamente destruido era “conocida por los servicios de gendarmería como autor de tráfico de drogas, pero también como víctima de robo violento. Discapacitado, estaba bajo tutela. Postrado en cama todos los días en una cama médica, sólo podía moverse con dificultad”. El fiscal de Quimper aclaró: “Era conocido por albergar habitualmente a personas ociosas que buscaban estupefacientes, a menudo alcohólicos, lo que provocaba numerosos disturbios en los barrios”.
Según la fiscalía, Nicolas Trividic, la segunda víctima, era “conocido, en particular, como autor de una conducción bajo los efectos de las drogas, pero también como víctima de un robo violento”.
El fiscal de Quimper menciona el descubrimiento, bajo la ventana de un dormitorio del apartamento, de un cuchillo con restos de sangre, así como de un encendedor: “Tanto en el arma como en el encendedor, las muestras de ADN revelaron sólo el perfil genético. de las dos personas fallecidas.
El caso está ahora en manos de investigadores de la división penal de Brest. Contactado varias veces y por diferentes medios, el fiscal de Brest no había respondido a nuestras solicitudes en el momento de esta publicación.
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