(Bruselas) El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, prometió el miércoles una respuesta “firme” a la participación de Corea del Norte junto a Rusia en la guerra en Ucrania y pidió a los europeos que hagan más para acelerar la ayuda en Kiev.
Publicado a las 6:47 a.m.
León BRUNEAU
Agencia France-Presse
Blinken está realizando una visita relámpago a Bruselas. Su viaje adquiere un carácter urgente, en un contexto de preocupaciones de Ucrania y de muchas capitales del viejo continente sobre la sostenibilidad del apoyo a Kiev tras la reelección de Donald Trump, a lo que se suma una crisis política en Alemania.
“Las fuerzas norcoreanas están en batalla y, ahora, literalmente en combate: este nuevo elemento exige una respuesta firme y la será”, declaró a la prensa el jefe de la diplomacia estadounidense, junto al secretario general de la OTAN, Mark Rutte.
“Este es un acontecimiento profunda e increíblemente peligroso”, añadió, sin especificar cómo Estados Unidos y sus aliados planeaban responder.
Estados Unidos ha confirmado que tropas norcoreanas están participando en operaciones de combate en la región rusa de Kursk, una pequeña parte de la cual está ocupada por fuerzas ucranianas.
Y no se trata sólo de Corea del Norte, dijo Rutte. China está ayudando a Rusia en su “esfuerzo bélico” contra Ucrania e Irán le está suministrando armas, pagadas por Moscú, “lo que ayuda a Irán a continuar sus esfuerzos para desestabilizar el Medio Oriente e incluso más allá”, subrayó, llamando a ello. un aumento del gasto europeo en defensa.
Antony Blinken, cuyos días están contados al frente de la diplomacia estadounidense, también insistió en que la administración saliente de Biden tenía la intención de gastar “cada dólar” para acelerar la entrega de ayuda a Ucrania antes del final de su mandato, e instó a los europeos a “hacerlo”. compartir la carga”.
“Contamos con que los europeos y otros apoyen firmemente a Ucrania”, dijo, citando vehículos blindados, municiones para armas pequeñas y defensa aérea.
Tras su visita a la sede de la OTAN, Antony Blinken deberá reunirse con su homólogo ucraniano, Andriï Sybiga. También se reunirá con Josep Borrell, jefe de la diplomacia europea, y Kaja Kallas, que le sucederá en unas semanas.
La UE debe apoyar a Ucrania “durante el tiempo que sea necesario, con tanta ayuda militar, financiera y humanitaria como sea necesario”, lanzó esta última el martes durante su audiencia ante los parlamentarios europeos.
“Más agresivo”
Donald Trump, que regresará a la Casa Blanca el 20 de enero, mantiene dudas sobre qué hará respecto a Ucrania. Pero cuestionó las decenas de miles de millones de dólares gastados por Washington en Ucrania: más de 60 mil millones de dólares en ayuda militar desde la invasión rusa en febrero de 2022.
Según la prensa estadounidense, ha puesto su mirada en el senador republicano Marco Rubio como próximo Secretario de Estado. Este último denunció la financiación de un “callejón sin salida” en Ucrania y pidió el fin de la guerra.
Mientras tanto, el presidente saliente Joe Biden busca acelerar la entrega de ayuda militar a Ucrania y seguir implementando mecanismos para que los europeos puedan asumir el poder.
A la OTAN ya se le ha confiado la coordinación de la ayuda militar a Ucrania, que antes sólo la proporcionaban los estadounidenses.
Del paquete votado en primavera por el Congreso americano, quedan aproximadamente 9,2 mil millones de dólares por asignar, es decir, 7,1 mil millones que se retirarán de los arsenales de armas estadounidenses y 2,1 mil millones para financiar contratos de compra de armas, según el Pentágono.
Blinken, por el contrario, se abstuvo de responder a una antigua exigencia de los ucranianos, a saber, la posibilidad de utilizar misiles de largo alcance entregados por los aliados para atacar profundamente en territorio ruso.
“Básicamente, se trataba de hacer más de lo mismo, pero de forma más agresiva, durante el resto del mandato del señor Biden”, resumió un diplomático de la OTAN tras la reunión.
La visita de Blinken se produce después de que el fin de semana pasado ataques con aviones no tripulados a una escala sin precedentes tuvieran como objetivo Ucrania y la región de Moscú.