En 2050, una cuarta parte de la población mundial será africana, la mitad de la cual tendrá menos de 25 años. Sin embargo, las perspectivas para estos jóvenes son limitadas. Según el político togolés Kako Nubukpo, debemos repensar el desarrollo del continente africano y alejarnos de su herencia colonial.
África debe alcanzar una verdadera independencia en términos de producción agrícola y procesamiento de materias primas, opina el economista Kako Nubukpo en su último libro “África y el resto del mundo” (ed. Odile Jacob).
“En este momento vemos claramente que no hay perspectivas para nuestra juventud, porque no hay empleo. Y no hay empleo, porque tenemos un sistema productivo que es el sistema colonial, es decir exportar materias primas sin transformar in situ”, afirma el ex ministro togolés en La Matinale de la RTS. “Y eso es algo, en mi opinión, que provocó su agotamiento”.
De las seis principales economías africanas, hay tres que dependen exclusivamente del petróleo. Entonces, cuando hablamos de crecimiento africano, en realidad estamos hablando de los precios del petróleo.
“Neoextractivismo”
África es un continente de una riqueza increíble. Kako Nubukpo, sin embargo, denuncia el “neoextractivismo” de Occidente y, cada vez más, también de otros actores, como China y Rusia. “El resto del mundo corre hacia África para acceder a tierras raras, litio, níquel, todas las materias primas para la transición energética digital”, explica. Sin embargo, estos recursos no se transforman en África, lo que priva a la población local de puestos de trabajo allí.
Kako Nubukpo recuerda que las seis primeras economías africanas -Sudáfrica, Argelia, Angola, Egipto, Marruecos y Nigeria- representan por sí solas el 65% del producto interior bruto (PIB) africano. “Pero hay tres que dependen exclusivamente del petróleo: Nigeria, Angola y Argelia”, precisa el economista. “Así que cuando hablamos de crecimiento africano, en realidad estamos hablando de los precios del petróleo”.
“Eso significa que ni siquiera es algo que se imprima en términos de actividad creativa e in situ”, continúa. “Así que, aunque existe una gran heterogeneidad africana, la fuerte tendencia sigue siendo este extractivismo”.
Complicidad de las élites
Lo que hoy da legitimidad a la elite africana es el hecho de responder a estas órdenes occidentales. Lo que significa que no hay élites cuya legitimidad sea endógena.
Kako Nubukpo lamenta también que esta depredación de los recursos africanos por parte de las multinacionales occidentales se lleve a cabo con la complicidad de las elites africanas, hablando incluso de “servidumbre voluntaria”.
“Lo que hoy da legitimidad a las élites africanas es el hecho de responder a estas órdenes occidentales. Lo que significa que no hay élites cuya legitimidad sea endógena”, indica. “De ahí surge una forma de extroversión que se perpetúa y que es herencia colonial, pero nos enfrentamos a mil millones de jóvenes que esperan políticas públicas reales y coherentes”.
Según el político togolés, mientras persista esta incoherencia entre la visión de las elites y las aspiraciones de la juventud, persistirán también los problemas de “la deuda masiva, la mala gobernanza y la incapacidad de pensar a largo plazo”.
Comentarios recogidos por Pietro Bugnon
Adaptación web: Emilie Délétroz