La justicia escocesa está examinando actualmente una impugnación presentada por las ONG ecologistas Greenpeace y Uplift en relación con la autorización del Gobierno para desarrollar los yacimientos petrolíferos de Rosebank y Jackdaw, situados en el Mar del Norte. Las dos organizaciones denuncian autorizaciones consideradas incompatibles con los compromisos climáticos del Reino Unido, argumentando que las autoridades no tuvieron suficientemente en cuenta el impacto medioambiental de estos proyectos.
El caso, que se está tramitando en el Tribunal de Sesión de Edimburgo, sigue a una serie de fallos judiciales adversos a proyectos de hidrocarburos. Más recientemente, el Tribunal Supremo británico anuló una autorización de perforación en Horse Hill, en el sur de Inglaterra, por no haber evaluado las emisiones vinculadas al consumo de los hidrocarburos extraídos. Aprovechando este precedente, las ONG esperan ganar el caso Rosebank y Jackdaw.
Una cuestión climática en el centro de los debates
Greenpeace y Uplift critican al gobierno británico por no integrar todo el impacto ambiental en las evaluaciones de los proyectos Rosebank y Jackdaw. Sus argumentos giran en torno al hecho de que las emisiones derivadas de la quema de petróleo y gas extraídos no se han considerado adecuadamente, una omisión que contravendría los objetivos climáticos nacionales.
Según Tessa Khan, directora ejecutiva de Uplift, esta batalla legal es crucial para el futuro de las perforaciones en el Mar del Norte. “Tenemos más confianza que nunca en nuestras posibilidades de ganar”, dijo antes de que se iniciara la audiencia, destacando el creciente apoyo de los activistas ambientales.
Impactos potenciales en futuros proyectos de hidrocarburos
Si la justicia falla a favor de los demandantes, esta decisión podría tener repercusiones en otros proyectos de hidrocarburos. Según Tommy Sheppard, ex diputado escocés del Partido Nacional Escocés (SNP), este asunto podría alterar el proceso de aprobación de nuevos proyectos. “Se aplicará de forma más amplia al proceso de toma de decisiones”, dijo, refiriéndose a las aproximadamente 100 licencias concedidas recientemente por el anterior gobierno conservador.
El campo Rosebank, situado a 145 kilómetros de las Islas Shetland, está considerado el mayor yacimiento petrolífero sin explotar del Reino Unido, con reservas estimadas en 300 millones de barriles. En cuanto al campo de gas Jackdaw, aprobado en 2022, está previsto que comience su producción el próximo año, a 250 km de la costa de Aberdeen.
Un cambio de dirección bajo el nuevo gobierno
El mes pasado, el gobierno laborista recién elegido decidió no defender las controvertidas autorizaciones ante los tribunales. Esta decisión ha reforzado las esperanzas de los opositores al proyecto, que lo ven como un primer paso hacia una política más respetuosa de los compromisos climáticos.
Los yacimientos de petróleo y gas en cuestión pertenecen a dos gigantes energéticos: Rosebank es propiedad de Equinor, el grupo energético noruego, e Ithaca Energy, mientras que Jackdaw es propiedad de la empresa Shell. Las próximas decisiones podrían obligar a estas empresas a revisar sus proyectos y presentar nuevas evaluaciones ambientales antes de continuar con sus operaciones.