En los locales de la empresa de transporte SLTI en Quimperlé se produjo un gran revuelo en los hangares el viernes 8 de noviembre. Hay varios voluntarios de diferentes asociaciones que ayudan a Ucrania a ocuparse. Están terminando de envolver los palés que pronto entrarán en el semirremolque con destino al centro de Ucrania. Tetania Richter, presidenta de la asociación Ucrania Bretagne Sud, dirige la operación. “Es Breizh Ukraine Solidaire de Vannes quien cofinancia el transporte. Cuesta 3.300€. Morbihan-Ucrania y el colectivo Belle-Ile también participan en las donaciones”, explica este último. Para este 22º convoy humanitario hay mucho material médico: muletas, sillas de ruedas, andadores, material quirúrgico, vendajes, medicamentos, etc.
“Al principio teníamos miedo de escuchar sus mensajes”
“También enviaremos mantas y ropa de abrigo. Por supuesto que tenemos comida. Tenemos chips que vamos a enviar a orfanatos. Es importante que los niños también tengan algo con qué disfrutar. Las conservas son importantes, sobre todo para los soldados, porque no siempre tienen suficiente para comer”, explica la mujer que tiene familia en el frente. Su prima le envía noticias periódicamente. “Después de tres años de conflicto, estamos acostumbrados. Al principio teníamos miedo de escuchar sus mensajes. Forma parte de un batallón de remoción de minas”, explica.
Además, en este convoy hay un vehículo 4×4 con destino a las autoridades de Cherkasy, en el centro del país, donde proporcionará conexiones entre la primera y la segunda línea del frente. “El coche está cargado de vendas y conservas. Se volverá a pintar para camuflarlo y luego ya estará operativo”, sonríe Tetiana Richter. Otras donaciones se entregarán al fondo benéfico aprobado por Help and Hope. “Elegimos cuidadosamente las asociaciones. Queremos tener comentarios sobre la gestión de donaciones en el sitio. Allí elegimos ir al centro de Ucrania. Es más caro y está más lejos. Pero en las fronteras ya hay muchas donaciones acumuladas”, afirma Denis Senpere, presidente de Breizh Ucrania Solidaire.
“Dulces para niños”
Cuando la guerra entra en su tercer año, Tetiana Richter no oculta su angustia por la elección de Donald Trump en Estados Unidos. “Estoy devastado. Sabemos lo que piensa de Putin y de la ayuda a Ucrania. Seguí las elecciones hora tras hora. No dormí”, hace una mueca. Pero ella, como las demás asociaciones, quiere mantener una actitud positiva y se siente aliviada de comprobar que la movilización no decae. “La ola de solidaridad es impresionante”, afirma Tetania Richter, que ya piensa en la próxima colección. Necesitamos generadores. Y dulces para los niños. »
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