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Tres personas son buscadas en relación con el asesinato de dos dirigentes de un grupo de hinchas ultraargentinos, asesinados a tiros el sábado frente al estadio del Rosario Central, club con sede en el norte del país, anunciaron este lunes las autoridades locales. .
Andrés “Pillin” Bracamonte, de 53 años, líder histórico de la barrabrava de Rosario Central, y su principal colaborador Daniel “Rana” Atardo, de 55 años, se encontraban en un vehículo cuando “al menos tres individuos” a pie abrieron fuego contra ellos, dijo Alejandro Ferlazzo, fiscal de la provincia de Santa Fe, a la que pertenece Rosario, ubicada 300 kilómetros al norte de Buenos Aires.
Cada individuo recibió cinco impactos de bala después del partido que Rosario Central perdió en casa ante San Lorenzo en la máxima categoría de Argentina.
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“Hay muchos testigos presenciales”, afirmó Ferlazzo, pidiendo colaboración con la justicia “garantizando la mayor discreción y seguridad”.
Las “barrabravas” son organizaciones de tipo mafioso vinculadas a varios de los principales clubes de fútbol del país.
Ferlazzo lamentó que Rosario Central “carezca de grabaciones de video” debido a un corte de energía ocurrido en el momento del ataque, que aprovecharon los atacantes, aunque no descartó otras hipótesis.
“Queremos proceder con cautela y obtener respuestas lo más rápido posible”, afirmó el fiscal regional en funciones Matías Merlo, en medio de temores de represalias entre bandas rivales en una ciudad bajo la influencia de los narcotraficantes.
A Bracamonte se le había prohibido asistir a los partidos de Rosario debido a su historial de violencia y había liderado la hinchada ultra de Rosario Central durante más de 25 años.
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“Había sido objeto de 29 intentos de asesinato”, dijo en la misma conferencia de prensa Pablo Cococcioni, ministro de Justicia y Seguridad de la provincia de Santa Fe.
Generalmente atribuidos a ajustes de cuentas internos en el seno de la “barrabrava”, los episodios anteriores “van más allá de los simples problemas de gestión de los hinchas de Rosario Central y se extienden a diversas actividades ilícitas”, subrayó el fiscal Merlo.
Andrés “Pillin” Bracamonte había estado involucrado en diversos casos de extorsión, crimen organizado y lavado de dinero, recordó.
Rosario (1,2 millones de habitantes), la tercera ciudad del país, ha tenido las tasas de homicidios más altas de Argentina durante la última década, pero desde principios de este año el número de asesinatos se redujo a la mitad. Las amenazas contra los futbolistas Ángel Di María o miembros de la familia de Lionel Messi, figuras reconocidas en el país, habían colocado a la ciudad bajo la mirada de los medios de comunicación.
