El gobierno de Quebec aún no ha aprobado el reglamento adoptado por la Comunidad Metropolitana de Montreal para prohibir el gas natural en las nuevas construcciones y que entrará en vigor en enero.
Publicado a las 10:29 a.m.
Se trata de un retraso inaceptable, según miembros de la Coalición Salgamos del Gas. “Este retraso es inaceptable porque obstaculiza la acción climática de la CMM y también frena el impulso de los municipios de Quebec que quisieran avanzar para adoptar una regulación similar para eliminar el gas de los edificios”, denunció la coalición.
La adopción de este reglamento que vincula a 79 municipios había suscitado oposición, en particular por parte de Hydro-Québec, que apuesta por la energía dual electricidad-gas natural para cubrir las puntas de demanda invernales.
Un reglamento similar adoptado por la ciudad de Prévost, en las Laurentinas, fue incluso objeto de una impugnación por parte del distribuidor de gas Énergir, iniciativa que fue abandonada.
La CMM afirma haber obtenido de Hydro-Québec la garantía de que la sociedad estatal puede satisfacer las necesidades de los municipios que prohibirán el gas natural para la calefacción de los edificios.
Entrará en vigor el 1es En enero próximo, como estaba previsto, el reglamento de la CMM deberá ser aprobado por el gobierno, aprobación que tarda en llegar.
“El Ministerio de Medio Ambiente, Lucha contra el Cambio Climático, Vida Silvestre y Parques, responsable de aprobar este reglamento, indica que se encuentra a la espera de la opinión del Ministerio de Economía, Innovación y Energía. Este último, por su parte, se limita a declarar que está “analizando el expediente”, sin dar fecha ni compromiso claro”, se indignan los miembros de la Coalición.
“Sin autorización antes del plazo del 1es En enero de 2025, los esfuerzos sostenidos para descarbonizar el CMM, que representa casi el 50% de la población de Quebec, habrán sido en vano”.
La coalición, que reúne a organizaciones como Médicos para el Medio Ambiente, Équiterre y el Regroupement des organismos Environnemental en Énergie, cree que el gas natural se presenta erróneamente como combustible de transición “porque contribuye significativamente a las emisiones de GEI en el sector de la construcción y retrasa la transición hacia energías 100% renovables.