“Lo que importa es que la guerra termine de una manera en la que haya responsabilidad”, afirmó el jefe de la diplomacia europea este domingo 10 de noviembre, pocos días después de la elección de Donald Trump a la presidencia.
Rusia tendrá que responder por los crímenes de guerra cometidos en Ucrania y pagar por la destrucción cometida sea cual sea el futuro acuerdo de paz, afirmó este domingo 10 de noviembre el jefe de la diplomacia de la Unión Europea, Josep Borrell.
“La paz, para que sea paz y no sólo un alto el fuego, debe ser justa y duradera”, subrayó Josep Borrell, el primer alto dirigente europeo que visita Ucrania desde la elección de Donald Trump en Estados Unidos, cuya promesa de un rápido fin del conflicto. La guerra hace que los ucranianos teman verse obligados a ceder ante las demandas territoriales de Rusia.
“Es una advertencia para quienes dicen que esta guerra debe terminar, y por tanto más vale que la acaben lo antes posible, como sea”, añadió Josep Borrell durante un viaje a la región de Cherniguiv, en el norte del país. .
“Lo que importa es que la guerra termine de una manera en la que haya responsabilidad, que no sea sólo una reconstrucción económica, sino que todos sean responsables” de sus acciones, dijo, después de visitar el sótano de una escuela de un pueblo en Yahidne. donde 300 civiles ucranianos habían sido detenidos durante un mes en condiciones atroces por las tropas rusas tras la invasión de 2022.
Según las autoridades de Kiev, 11 personas murieron durante este cautiverio que terminó cuando las fuerzas rusas tuvieron que retirarse.
¿Un tribunal internacional para crímenes de guerra?
Josep Borrell también sugirió que los aproximadamente 300 mil millones de dólares en activos estatales rusos congelados por Occidente podrían usarse para la reconstrucción de Ucrania después de la guerra. “Esto podría usarse para pagar estas facturas y compensar a las personas que sufrieron la destrucción causada por la invasión rusa”, dijo el funcionario europeo.
El nuevo presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, cuestionó durante su campaña la continuación de la ayuda estadounidense a Ucrania y afirmó que podría poner fin a la guerra “en 24 horas”, sin especificar cómo. Su reciente victoria ha despertado temores en Ucrania y Europa de que Kiev pueda verse presionada a hacer concesiones a Rusia para asegurar un rápido acuerdo de paz.
Según las autoridades ucranianas, se han abierto alrededor de 140.000 casos de crímenes de guerra desde el inicio de la invasión rusa. El presidente Vladimir Putin y varios altos oficiales militares rusos son objeto de órdenes de arresto de la Corte Penal Internacional. Soldados de rango ya han sido juzgados en rebeldía en Ucrania por actos individuales, pero llevar a los responsables ante los tribunales sigue siendo un desafío.
Para Kiev, la cuestión de perseguir los crímenes atribuidos a Rusia es, por tanto, parte integrante de un posible acuerdo de paz. Los esfuerzos por establecer un tribunal internacional no han tenido éxito y hasta ahora socios internacionales como la UE y Estados Unidos han ayudado principalmente a los ucranianos a reunir pruebas y realizar sus propias investigaciones.