El comisario de policía de París, Laurent Núñez, admitió a medios locales que el despliegue de fuerzas es “muy inusual”, tratándose de un partido de fútbol.
Las autoridades francesas han tomado nota del reciente ataque antisemita durante el partido de la Europa League entre el Ajax Amsterdam y el Maccabi Tel Aviv.
Ante estos acontecimientos, un total de 4.000 policías se movilizarán el jueves 14 de noviembre para garantizar la seguridad del partido entre la selección francesa y la selección israelí en el marco de la Liga de las Naciones.
Núñez afirmó que este despliegue corresponde a “un sistema sumamente reforzado. Los agentes estarán apostados no sólo en el exterior del estadio sino también en el interior del recinto, función que suelen asumir los agentes de seguridad privada”, añadió.
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Por su parte, los políticos franceses afirman que será un partido de alto riesgo en un contexto político muy tenso.
Durante el reciente partido de la Europa League, se produjeron ataques contra los aficionados del Maccabi Tel Aviv que habían viajado desde Israel para apoyar a su equipo contra el Ajax en Ámsterdam.
Los ataques ocurrieron el jueves por la tarde (hora local) frente al Johan Cruyff Arena, el estadio más grande de la ciudad y sede del Ajax, que triunfó 5-0 sobre el Maccabi Tel Aviv en el terreno de juego.
La policía de Ámsterdam informó que al menos “cinco personas fueron trasladadas al hospital y más de 62 personas fueron arrestadas”.
La situación llevó al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, a enviar el viernes dos aviones de socorro a los Países Bajos.
“El primer ministro ordenó el despliegue inmediato de dos aviones de socorro para ayudar a nuestros ciudadanos”, dijo la oficina de Netanyahu en un comunicado.
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En su declaración, Netanyahu destacó que “sigue el horrible incidente con la mayor seriedad e insta al gobierno holandés y a las fuerzas de seguridad a actuar con decisión y rapidez contra los alborotadores y proteger la seguridad de sus ciudadanos”.
Un centenar de seguidores israelíes se reunieron en la plaza Dam, en el centro de Ámsterdam, rodeados por una fuerte presencia policial, antes de dirigirse al estadio Johan Cruyff.
Se planeó una manifestación pro-palestina cerca del recinto deportivo, pero el ayuntamiento finalmente la reubicó en una zona más distante por razones de seguridad.
