Rusia está intensificando iniciativas para fortalecer sus vínculos con África. En una conferencia celebrada en Sochi, Moscú prometió pleno apoyo a los países africanos en diversos ámbitos. Pero esta estrategia plantea dudas sobre las verdaderas intenciones de Rusia…
Rusia organizó recientemente una conferencia ministerial en Sochi, donde buscó consolidar su posición como socio indispensable para los países africanos. Durante este evento, que reunió a altos funcionarios de una cincuentena de Estados africanos, el Kremlin prometió “pleno apoyo” a sus aliados en el continente, en un contexto de crecientes tensiones con Occidente.
Una asociación estratégica en crecimiento
Desde hace varios años, Rusia ha intensificado sus esfuerzos por fortalecer sus vínculos con África, buscando recuperar la influencia que tuvo durante la era soviética. Esta estrategia parece estar dando frutos, ya que muchos países africanos no se han sumado a las sanciones occidentales impuestas a Moscú tras la invasión de Ucrania en 2022.
Durante la conferencia de Sochi, el presidente ruso Vladimir Putin aseguró, en un mensaje leído por su ministro de Asuntos Exteriores, Sergei Lavrov, que Rusia seguirá brindando su “pleno apoyo” a sus amigos africanos en diferentes áreas:
Esto podría incluir el desarrollo sostenible, la lucha contra el terrorismo y el extremismo, las enfermedades epidémicas, la resolución de los problemas alimentarios o las consecuencias de los desastres naturales.
Vladimir Putin, presidente de la Federación Rusa
Esta conferencia es una continuación de dos cumbres Rusia-África organizadas en 2019 y 2023, que demuestran el deseo de Moscú de fortalecer sus relaciones con el continente.
Contrarrestar el “Occidente colectivo”
Para la diplomacia rusa, esta estrategia de acercamiento a África pretende frustrar lo que llama “el Occidente colectivo”, es decir, Estados Unidos y sus aliados. Serguéi Lavrov subrayó así los progresos realizados en la cooperación ruso-africana “a pesar de los obstáculos artificiales” puestos por las potencias occidentales.
Esta retórica encuentra cierta resonancia entre los funcionarios africanos, como lo ilustra el jefe de la diplomacia maliense, Abdoulaye Diop:
Rusia no es una potencia colonial y nunca ha sido una potencia colonial. Al contrario, apoyó a los africanos y a otros pueblos de todo el mundo para ayudarlos a escapar del sistema colonial.
Abdoulaye Diop, Ministro de Asuntos Exteriores de Malí
Cooperación multidimensional
La creciente influencia de Rusia en África se manifiesta en varios ámbitos. En el frente de seguridad, grupos de mercenarios rusos como Wagner o Africa Corps apoyan a las autoridades locales, mientras que los “asesores” trabajan con funcionarios, particularmente en la República Centroafricana y el Sahel. En 2023, Moscú también entregó armas al continente por valor de más de 5 mil millones de dólares.
Pero la cooperación no se limita a cuestiones militares. Durante la conferencia de Sochi, los participantes subrayaron la importancia de desarrollar asociaciones en sectores como la tecnología digital, las infraestructuras o la explotación de recursos naturales. Por ello, los grandes grupos rusos están muy interesados en las materias primas africanas, como Alrosa (diamantes), Lukoil (petróleo) y Rusal (bauxita).
Preguntas sobre la sostenibilidad del compromiso ruso
Si bien la estrategia de Rusia de acercamiento a África parece ambiciosa, algunos observadores cuestionan la profundidad y durabilidad de este compromiso. Bakary Sambé, director del Instituto Tombuctú de Dakar, plantea la siguiente pregunta:
¿Mostraría Rusia el mismo interés en África si terminara la guerra en Ucrania? ¿Es una prioridad estratégica real o un interés temporal vinculado a su enfrentamiento con Occidente?
Bakary Sambé, Director del Instituto Tombuctú
Si bien Rusia está aumentando las iniciativas para fortalecer sus vínculos con África, queda por ver si esta estrategia durará y traerá beneficios tangibles a las poblaciones africanas. Una cosa es segura: en un mundo cada vez más multipolar, la competencia por la influencia en el continente africano apenas comienza.