Información clave
- China ha presentado nuevas medidas para impulsar su economía en medio de preocupaciones sobre un posible segundo mandato de Donald Trump.
- El FMI pronostica una expansión del 4,8 por ciento en 2024, por debajo del objetivo de Beijing de “alrededor del 5 por ciento”, y se espera que disminuya aún más hasta el 4,5 por ciento el año siguiente.
- China está asignando 6 billones de yuanes (840 mil millones de dólares) adicionales hasta 2026 para apoyar a los gobiernos locales que luchan contra niveles de deuda insostenibles.
Los desafíos económicos de China
Desde la pandemia, el desempeño económico de China ha flaqueado y enfrenta problemas que incluyen el colapso del sector inmobiliario, el aumento de la deuda pública, el desempleo y el débil gasto de los consumidores. Para abordar estos problemas, China ha presentado nuevas medidas para impulsar su economía en medio de preocupaciones sobre un segundo mandato de Donald Trump, conocido por sus políticas comerciales proteccionistas.
Los aranceles estadounidenses y su impacto
La victoria de Trump en las elecciones estadounidenses se basó en una plataforma de campaña que incluía la imposición de altos aranceles a los productos chinos, de hasta el 60 por ciento. Esto plantea una amenaza significativa a la ambición de Xi Jinping de transformar a China en una potencia tecnológica y podría tensar aún más las relaciones entre las dos economías más grandes del mundo. Durante su primer mandato, Donald Trump impuso aranceles de hasta el 25 por ciento a las importaciones chinas, lo que perjudicó significativamente a la economía china.
Recuperación económica y proyecciones del FMI
Si bien la administración Biden continuó con estas medidas después de que Trump dejó el cargo, ampliándolas e intensificándolas en algunos casos, China enfrenta hoy una situación más precaria. La recuperación económica que siguió al abrupto levantamiento de las estrictas restricciones de Covid hace dos años no ha cumplido las expectativas. Como resultado, China se ha convertido en una fuente recurrente de noticias económicas decepcionantes.
Deuda pública y medidas de recuperación
Incluso antes de la victoria electoral de Trump y de la implementación de las medidas de estímulo chinas en septiembre, el Fondo Monetario Internacional (FMI) rebajó sus previsiones de crecimiento para China. El FMI ahora pronostica una expansión del 4,8 por ciento en 2024, que es el extremo inferior del objetivo de Beijing de “alrededor del 5 por ciento”. Se espera que esta proyección disminuya aún más hasta el 4,5 por ciento el año siguiente.
Apoyar a los gobiernos locales y la transición hacia un desarrollo de alta calidad
El último plan de China prevé asignar 6 billones de yuanes adicionales (840 mil millones de dólares) hasta 2026 para apoyar a los gobiernos locales que luchan contra niveles de deuda insostenibles. Durante décadas, estos gobiernos han estimulado el crecimiento económico endeudándose en gran medida, a menudo para financiar proyectos de infraestructura. Sin embargo, debido a la desaceleración del sector inmobiliario, algunas ciudades tienen dificultades para cumplir con sus obligaciones financieras.
Las ambiciones y los desafíos de China
Algunos economistas advierten que China no puede depender únicamente de las exportaciones para superar sus dificultades actuales. Recuerdan la experiencia de Japón después del estallido de una burbuja bursátil y inmobiliaria en la década de 1990, destacando el riesgo de un estancamiento prolongado. Para evitar este destino, proponen aprovechar la demanda de consumo no explotada y alejarse del crecimiento impulsado por las exportaciones y la inversión. Este enfoque no sólo podría promover un crecimiento más sostenible, sino también reducir las tensiones comerciales y la vulnerabilidad de China a los shocks externos.
El éxito de China en las exportaciones de alta tecnología
Las ambiciones de China van más allá de la fabricación de bajo costo. El país busca activamente replicar su éxito en las exportaciones de alta tecnología, convirtiéndose en un líder mundial en paneles solares, vehículos eléctricos (EV) y baterías de iones de litio. Según la Agencia Internacional de Energía (AIE), China controla al menos el 80 por ciento de la producción mundial de paneles solares y es el principal fabricante de vehículos eléctricos y sus baterías. Sus inversiones en energía limpia representan un tercio del total mundial y demuestran un progreso notable en la expansión de la capacidad renovable.
Resistencia de los países occidentales
Este progreso ha ayudado a aliviar el impacto económico de la actual crisis inmobiliaria de China. Sin embargo, el aumento de las exportaciones también ha atraído la resistencia de los países occidentales, en particular Estados Unidos y la Unión Europea, que son cada vez más reacios a aceptar productos chinos.
Una cuestión crucial para Beijing
Mientras Trump se prepara para regresar a la Oficina Oval prometiendo restringir las importaciones chinas, Beijing enfrenta una pregunta crucial: ¿serán suficientes sus últimas medidas de estímulo económico para enfrentar estos crecientes desafíos?
Si quieres acceder a todos los artículos, ¡suscríbete aquí!