En el día 400 de la guerra, las familias rehenes celebraron su manifestación semanal frente a la base militar de Kirya, criticando duramente al Primer Ministro Benjamín Netanyahu mientras las negociaciones para un acuerdo siguen estancadas.
“Netanyahu se niega a poner fin a la guerra por consideraciones políticas criminales”, afirmó Einav Zangauker, madre de Matan, rehén en Gaza. “Gracias a él, los rehenes están muriendo en cautiverio y los soldados están siendo asesinados en una guerra que ya ha logrado sus objetivos. En lugar de poner fin a la guerra en Gaza, el gobierno está promoviendo asentamientos. En lugar de actuar en interés nacional, Netanyahu actúa de acuerdo a los intereses de Ben Gvir y Smotrich.”
Merav Svirsky, hermana de Itai asesinado en cautiverio de Hamás, dijo que estaba “conmocionada por las sospechas de actividad criminal” en la oficina de Netanyahu. “Un plan de influencia y engaño surgió de la oficina de Netanyahu para sabotear un acuerdo y difamar a las familias. Esto no es sólo el robo de documentos clasificados, es también el robo de la conciencia de todo un país”. Las familias se preguntan especialmente por la ausencia de una propuesta israelí desde la eliminación de Sinwar y por el papel de Netanyahu al abandonar la mediación qatarí. “¿Cómo es posible que en lugar de aprovechar este impulso para avanzar hacia un acuerdo, hayamos presionado a los qataríes a abandonar la mediación?”, preguntó la señora Zangauker. Se celebra una reunión paralela en la Plaza de los Rehenes con la participación de Hen Arad, hermano de Ron Arad, el embajador alemán en Israel, Meirav Leshem Gonen y el periodista Shai Golden.
Las familias subrayan que “el pueblo comprende y apoya un acuerdo y el fin de la guerra”, pidiendo a “todos los patriotas israelíes” que exijan a Netanyahu la devolución de todos los rehenes y el fin del conflicto.
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