¿Calentar o no calentar? Ésa es la cuestión. Desde el 1 de noviembre de 2024, la Tarifa por Uso de Redes Eléctricas Públicas (TURPE) ha aumentado un 4,81%. Una cifra importante que concierne a todos los hogares, independientemente de su proveedor de electricidad. Fijada por la Comisión Reguladora de Energía (CRE), esta tarifa debe garantizar un cierto equilibrio entre costos y remuneración de las inversiones en redes eléctricas. Como señala el sitio web de La Belle Énergie, este precio aumenta debido a varios factores: la inflación (que representa el +2,50% del aumento), la indexación automática anual (+0,31%) y la regularización de tarifas y productos (+2%). E incluso si esta regulación de precios sólo será visible en las facturas a partir de febrero de 2025, las carteras francesas corren el riesgo de verse afectadas. Un estudio realizado por OpinionWay por encargo de triPica, especialista francés en la gestión de servicios digitales para la energía y las telecomunicaciones, ilustra cómo los consumidores pretenden adaptarse a este cambio.
Si bien el poder adquisitivo de los franceses sigue siendo limitado, el estudio cuestiona las soluciones que podrán encontrar los consumidores para no ver su presupuesto demasiado afectado por el aumento de los impuestos sobre la electricidad. Desafortunadamente, estos últimos son pocos y a menudo demasiado radicales. De hecho, el estudio indica que el 71% de los franceses con ingresos más bajos tienen la intención de “reducir drásticamente (…)
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