En un choque de la Europa League plagado de lesiones, los Spurs enfrentaron una tarea de enormes proporciones contra el Galatasaray, lo que resultó en una dolorosa derrota por 3-2 que reveló tanto promesas como trampas. Con una formación improvisada, Tottenham mostró signos de vulnerabilidad por momentos, pareciendo expuesto a una derrota más dura mientras el club turco capitalizaba varios errores defensivos.
A pesar de la tristeza, Will Lankshear, de 19 años, brilló por un momento, anotando su primer gol senior con el club, un momento rápidamente eclipsado por su despido poco después. Su gol del empate demostró sus instintos goleadores, escapándose de los defensores marcados para volear un centro perfecto de Brennan Johnson, un momento que celebró frente a una multitud frenética.
Sin embargo, la emoción duró poco ya que Lankshear recibió dos tarjetas amarillas en el espacio de siete frustrantes minutos, dejando a los Spurs luchando con diez hombres. Su desempeño fue desigual, reflejando no tanto su talento individual como las luchas generales del equipo, particularmente con el apoyo del medio campo.
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Mientras tanto, el equipo de Ange Postecoglou sufrió la falta de ritmo de los lesionados Micky van de Ven y Cristian Romero, allanando el camino para que Radu Dragusin demostrara su valía. Desafortunadamente, Dragusin tuvo mucho trabajo contra el mundialmente famoso Victor Osimhen, y el delantero expuso despiadadamente las vulnerabilidades del defensor, contribuyendo a los primeros problemas del Tottenham. El mal toque de Dragusin propició un momento decisivo para el segundo gol de Osimhen, lo que generó preocupaciones sobre su capacidad para mantenerse concentrado bajo presión.
Alguna vez una figura clave en el juego creativo de los Spurs, el impacto de James Maddison ha disminuido recientemente, eclipsado por el emergente Dejan Kulusevski. Maddison tuvo problemas para mostrar su magia contra el Galatasaray y el contraste con sus actuaciones la temporada pasada fue marcado. En la primera mitad no logró apoyar eficazmente a Lankshear y, a medida que avanzaba el partido, a pesar de ser reposicionado en el flanco izquierdo, siguió siendo en gran medida ineficaz. La frustración de Postecoglou era evidente y exigía mayor intensidad a sus jugadores.
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Yves Bissouma fue uno de los pocos que destacó en medio del caos, persiguiendo constantemente la posesión y realizando intercepciones vitales. Los Spurs parecieron rejuvenecidos después del descanso, con la introducción de jugadores más regulares, mostrando una resiliencia que casi les permitió igualar. Como fiel reflejo del partido, Postecoglou lamentó las heridas autoinfligidas de la primera parte y elogió la mejora del rendimiento de su equipo, aunque fuera derrotado.
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Con oportunidades por delante, la suerte mixta de Lankshear podría brindarle lecciones valiosas mientras navega por los altibajos del fútbol profesional. Para Maddison, los próximos partidos representarán una oportunidad para recuperar su forma y consistencia. Mientras los Spurs se preparan para su próximo desafío, la esperanza es que puedan encontrar el equilibrio adecuado para evitar otra caída.
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