En el episodio 5 de la serie. Descargo de responsabilidadla historia continúa su exploración de la caída de Catherine Ravenscroft, pero el enfoque cambia sutilmente, haciendo que la trama sea aún más inquietante y compleja. Catherine todavía está debilitada, pero esta vez se encuentra en un ambiente mucho más íntimo, el de su infancia. A diferencia de episodios anteriores donde la narración hacía malabares entre diferentes puntos de vista y flashbacks vinculados a la novela de ficción. El perfecto desconocidoeste quinto episodio rompe con esta estructura. La ausencia de este pasado ficticio transforma la experiencia del espectador, reenfocando la atención en la angustia que Stephen Brigstowe inflige a Catherine, sin filtro narrativo ni justificación imaginaria. La serie se vuelve así más cruel y reveladora. Para Catherine, este regreso forzado al modesto bungalow de su infancia, lejos de su casa y de su marido Robert, pone de relieve el declive que vive.
La sencillez de esta casa contrasta con la complejidad de sus dilemas. Su regreso a la habitación de su madre, ahora una anciana que sufre demencia, es profundamente simbólico. Catherine encuentra allí una presencia maternal tranquilizadora pero silenciosa, una especie de consuelo en la terrible experiencia. Su madre, aunque incapaz de comprenderla del todo, le ofrece un apoyo emocional que ningún otro personaje parece dispuesto a brindarle. Mientras tanto, Stephen, el misterioso y ambiguo antagonista de la serie, se revela cada vez más como un hombre atormentado, incluso psicológicamente perturbado. En episodios anteriores, sus acciones todavía parecían teñidas de cierto patetismo, incluso de humor negro. Pero a falta de la novela de ficción El perfecto desconocido Para justificar sus acciones, Stephen ahora parece desproporcionadamente cruel, un hombre cuyas acciones van más allá de la simple venganza.
Esta intensidad en el personaje resalta su verdadera naturaleza y sugiere un elemento de sadismo. Ya no actúa sólo para exponer una supuesta verdad, sino para destruir meticulosa y lentamente a las personas que rodean a Catherine. Su necesidad de control y venganza se convierte casi en una obsesión enfermiza, desprovista de toda moralidad o compasión. Este episodio también introduce una reflexión sobre las complicadas relaciones familiares entre padres e hijos. Mientras Catherine encuentra el apoyo implícito de su madre, Robert, por su parte, decide traer a su hijo Nicholas a casa, creyendo ingenuamente que esta proximidad temporal puede curar las heridas familiares. Pero Nicholas, al igual que Catherine, es un personaje profundamente destrozado, incómodo en su papel de hijo y consumido por sus propios demonios. La adicción de Nicholas, que lo empuja a vagar por lugares sórdidos y caer en la drogadicción, ilustra esta lucha contra el vacío existencial que siente.
Básicamente, él es el espejo del aislamiento que siente Catherine, todos tratando desesperadamente de encontrar un escape. El cinismo de Stephen se extiende a la manipulación de Nicholas a través de una identidad falsa en las redes sociales. Al crear un perfil de Instagram para Jonathan, su hijo fallecido, Stephen alcanza un nivel de manipulación abyecta. Al fingir ser un joven alegre, Stephen atrae la atención de Nicholas, aprovechando su debilidad emocional y su búsqueda desesperada de consuelo, incluso artificial. Esta explotación deliberada y cruel de la vulnerabilidad de un joven en apuros muestra hasta dónde Stephen está dispuesto a llegar para llegar a Catherine. Ya no se contenta con hacerla sufrir; ahora utiliza a Nicholas como peón en su malvado juego, empujándolo sutilmente hacia una autodestrucción acelerada.
Es un declive orquestado y calculado, donde cada acción parece diseñada para maximizar el sufrimiento de Catherine. Otro elemento llamativo de este episodio es la lenta destrucción de la vida profesional de Catherine. Descubrimos a una Catherine respetada en su comunidad, una talentosa realizadora de documentales, pero que se verá debilitada por la intrusión de Stephen. Su colega Jisoo, quien le sirvió de apoyo y compañero de investigación, cae bajo la influencia de Stephen. La alianza de Jisoo y Simon, otro colega envidioso, revela con qué facilidad la duda puede invadir la mente de las personas, incluso de las personas en las que confían. Esta reacción es particularmente irónica cuando pensamos en la reputación de Catherine, construida sobre años de trabajo y credibilidad. La traición de Jisoo y Simon, que se adhieren casi ciegamente a las acusaciones de Stephen, demuestra cómo un rumor bien orquestado puede demoler una reputación, incluso sin pruebas sólidas.
Este cambio en el trabajo también refleja el malestar actual en los círculos profesionales, donde la imagen y la opinión pública a veces pesan más que las habilidades y los logros. El golpe final llega cuando Catherine intenta enfrentarse a Stephen, un último intento por salvar lo que queda de su vida y su vínculo con Nicholas. Pero Stephen se niega a enfrentarlo. Él la deja gritar sus frustraciones a través del buzón, reduciendo aún más su dignidad. Esta escena muestra a un Stephen victorioso, un hombre cuya locura es alimentada por su sed de control y su capacidad para infligir dolor a distancia. La lucha de Catherine ya no tiene sentido; Stephen ya ha tomado la delantera psicológicamente. Al atacar a su hijo y utilizar fotografías comprometedoras para romper su relación, Stephen demuestra que está dispuesto a todo para ver a Catherine destruida.
La última escena, en la que Nicholas regresa con su traficante, es a la vez trágica y poderosa. El joven, atrapado en la red de manipulación de Stephen y en el peso de sus propios fracasos, elige el camino de la destrucción. Este final abierto deja dudas sobre su futuro, simbolizando el control total de Stephen sobre su familia. La serie, a través de esto, resalta las consecuencias psicológicas de los secretos familiares, las traiciones y la manipulación, exponiendo el aspecto frágil de la psique humana frente a fuerzas destructivas. Episodio 5 de Descargo de responsabilidad Es por tanto un punto de inflexión en la serie. Abandona cualquier ilusión de ambigüedad moral, poniendo a cada personaje cara a cara con su realidad y sus elecciones. Catherine, Nicholas e incluso Robert se encuentran acorralados, atrapados por un hombre cuyo deseo de venganza ha superado toda racionalidad.
Nota: 10/10. En definitiva, una pequeña obra maestra. Descargo de responsabilidad utiliza este episodio para recordarnos que, a veces, los traumas y rencores del pasado pueden engendrar monstruos, capaces de arruinar vidas enteras, simplemente porque nunca aprendieron a seguir adelante. El episodio plantea la pregunta: ¿hasta qué punto el deseo de venganza puede deshumanizar a un individuo? Para Stephen, la respuesta parece ser que no hay límites, hasta que se sacie su sed de dominación.
Disponible en Apple TV+