Este jueves 7 de noviembre es anunciado como “día muerto” por quienes están involucrados en la industria hípica. Se celebra una manifestación en París para defender el futuro del sector. Los entrenadores y criadores están preocupados por un plan para aumentar los impuestos a las apuestas de carreras de caballos. Reacciones de los profesionales de Cagnes-sur-Mer.
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Las discusiones presupuestarias continúan en la Asamblea Nacional. Se ha puesto sobre la mesa un proyecto para gravar las apuestas deportivas: aumentaría el porcentaje que grava el Estado del 6% al 15%. Los profesionales del sector están en pie de guerra y aseguran que si esta fiscalidad llegara a ver la luz, simplemente provocaría la “desaparición del sector”. Desde entonces se ha adoptado una enmienda para excluir las apuestas de carreras de caballos del aumento de impuestos, pero el sector quiere seguir manteniendo la presión.
“Si este impuesto se aprueba, muchos de nosotros no lo lograremos”advierte Jean-Charles Ferron. Este entrenador de Cagnes-sur-Mer nos asegura: los entrenadores deben afrontar cargas cada vez mayores en los costes de alimentación, cuidado y alojamiento de sus caballos. Estos profesionales del sector hípico reciben prestaciones derivadas de los ingresos hípicos (que les pagan las empresas matrices, que a su vez reciben este dinero directamente del PMU).
Estos subsidios, que constituyen su fuente de ingresos, podrían disminuir drásticamente en caso de impuestos. “Nuestros ingresos por prestaciones podrían caer entre un 15 y un 20 % si los impuestos aumentan entre un 6 y un 15 %” insiste. El entrenador recuerda la dependencia de los jugadores del sector de estas asignaciones, recordando que el aumento de los impuestos podría poner a muchos profesionales en una situación difícil. “Si se aprueba, muchos no lo lograrán”.
Para Damien Desbordes, representante de los entrenadores de trotones de Cagnes-sur-mer y presente hoy en la manifestación parisina, este nuevo impuesto representa una amenaza directa a la supervivencia del sector. “No es cuestión de ira, estamos cogidos del cuello” dijo, denunciando un contexto económico donde “Al final del año estoy cerca de cero, con los impuestos anunciados terminaré en negativo”.
Esta perspectiva asusta a los entrenadores pequeños y medianos como Damien Desbordes, que declara que se paga un salario de “sólo 600 euros al mes”. Según él, estos impuestos tendrían consecuencias para todo el sector: “Si nos gravan con 40 millones de euros más, eso representará un 13% menos de beneficios. Ya no podremos trabajar”.
Los profesionales esperan una respuesta rápida y definitiva del gobierno. Si el Ministro de Presupuesto dijo que se oponía a esta reforma, la vaguedad persiste, dejando al sector en la incertidumbre. “Estamos esperando una respuesta clara”afirma Desbordes, quien recuerda que las pérdidas no afectarían sólo a los autocares, sino a todo el sector, estimando que el gobierno podría perder “cuatro mil millones de euros” en caso de colapso de la industria de las carreras de caballos.
El sector hípico genera actualmente 40.000 puestos de trabajo en Francia.