Si le preguntas a un experto en rugby de los últimos 20 años quién fue el jugador más aterrador en el campo, puedes apostar con tanta seguridad como Thomas Ramos de cara a la portería a que responderá a Bakkies Botha.
Hay que decir que el coloso de los Springboks, más allá de su cabeza gruesa como un horno y sus manos levantadas en una granja sudafricana, tenía un apodo evocador: el verdugo. Aunque evidentemente le encantaba jugarlo y en ocasiones encontraba alguien con quien hablar, muchos todavía recuerdan su encuentro con Botha con cierta amargura.
¿Qué pasa con el antiguo ídolo de Mayol, Bakkies Botha? ¡El mejor cambio de carrera de todos los tiempos!
En resumen, no estábamos bromeando con el señor John Philip. Porque, a pesar de lo amable que dice ser en la vida, el antiguo compañero de Victor Matfield también supo ser el hombre más intimidante del mundo, incluso cuando le quitaron los grampones.
Y Mourad Boudjellal, a veces un poco arrogante y provocador con cualquiera cuando pensaba que tenía razón, lo aprendió por las malas, cuando acababa de fichar al sudafricano y no quería pagarle porque estaba lesionado en la selección. “Nos vemos en el tribunal. Dije que le pagarán desde el momento en que empiece a jugar. Y le dijo que le debían pagar porque ya había empezado su contrato. Nos quedaremos allí al menos un mes”.
Bakkies Botha, mide 2m05 y 130 kilos, es un monstruo. Un día, estaba tranquilamente en mi oficina y allí, con horror, veo a esta especie de monstruo Bakkies Botha que se sienta frente a mí sin decir una palabra y que comienza a romperse los huesos de los dedos, sentado, sin decir una palabra. y mirándome.
Con el humor y el fraseo que le caracterizan, el expresidente del RCT confiesa que teme por él. « Estoy enfrente en una pequeña oficina y mi única vía de escape es tirarme por la ventana. Frente a mí, el tipo caza al jabalí en combate cuerpo a cuerpo, así que para cazar al Boudjellal no tuvo ningún problema.”
“Me las arreglo en inglés pero no al 100% no, no más. Pero no sé por qué, ese día entendí todo lo que me dijo. Me dijo que estaba viviendo muy mal la situación, que era estaba a punto de explotar y que había que encontrar una solución”.
Respuesta de “Mourad de Toulon”: “Le dije que encontraríamos una solución. Tuve las gotas. Y me di cuenta de que los tribunales no sirven de mucho cuando tienes un conflicto que resolver. Al final, lo que resuelve los conflictos es el nerviosismo, el miedo. Al final llegué a un acuerdo amistoso y prácticamente le pagué. Todavía estoy vivo”.
RUGBY. XV de Francia. Cuando Bakkies Botha, sangrando, hizo el amor con los Blues
Y anécdotas como ésta sobre la época dorada de Toulouse, se refieran o no a los grandes Bakkies, Boudjellal tiene decenas en su haber…