En un clima de tensiones con China, los estudiantes taiwaneses se están movilizando. Su misión: diseñar drones innovadores para fortalecer las capacidades defensivas de la isla. Una competición estimulante con apuestas cruciales. Descubra cómo estos jóvenes…
En un campo de pruebas en el suroeste de Taiwán, la atmósfera es tensa. Los estudiantes observan con ansiedad cómo los drones que han diseñado minuciosamente despegan, aterrizan y, a veces, incluso se estrellan en un campo de batalla simulado. Provenientes de todos los rincones de la isla, estos jóvenes talentos participan en un concurso destinado a impulsar la industria taiwanesa de los drones. Una cuestión crucial en un contexto geopolítico de alta tensión.
China aumenta la presión, Taiwán responde con innovación
China, que considera a Taiwán parte integral de su territorio, continúa ejerciendo presión militar sobre la isla. Ante esta creciente amenaza, el gobierno taiwanés se está centrando en la innovación e invirtiendo masivamente en el sector de los drones. El objetivo: proporcionar una defensa más ágil y reactiva en caso de un ataque chino.
Jan Shau-shiun, profesor del Departamento de Ingeniería de Sistemas Espaciales de la Universidad Nacional Cheng Kung y organizador del concurso, destaca la importancia de los drones en los conflictos modernos:
Podemos ver el uso masivo de drones para vigilancia y ataques selectivos, muy detrás de las líneas del frente, en muchos conflictos actuales como el entre Ucrania y Rusia. Taiwán podría enfrentar una situación similar, razón por la cual nuestro objetivo es fortalecer nuestras capacidades de drones.
Un concurso para estimular la industria de los drones
Lanzado el año pasado, el Desafío UAV de Aplicaciones de Defensa Nacional reúne a equipos de estudiantes que diseñan drones para uso militar. Los modelos más prometedores pueden ser adoptados por empresas especializadas y adquiridos por el gobierno.
Durante la segunda edición, que tuvo lugar el pasado mes de octubre en el centro de investigación y desarrollo de aplicaciones de innovación de IA UAV de Asia, 20 equipos compitieron para probar sus creaciones. Los drones, multirotores o de ala fija, debían realizar un vuelo autónomo a una altitud mínima de 60 metros, tomar imágenes de un objetivo lejano y regresar a la base en menos de 10 minutos.
Pero este año, los organizadores hicieron el desafío más difícil al usar un bloqueador para interrumpir las señales satelitales, lo que dificultó el pilotaje de los dispositivos. Un escenario realista, como explica Jan Shau-shiun:
Al observar los conflictos actuales, vemos que la interferencia en los sistemas de navegación por satélite es común antes del combate. Queremos preparar a nuestros alumnos para afrontar este tipo de dificultades en el campo.
Estudiantes decididos a pesar de los desafíos
Para los participantes, esta competición representa mucho más que una simple competición. Esta es una oportunidad para poner en práctica sus conocimientos y hacer una contribución concreta a la defensa de su país. Después de pasar largas horas diseñando y construyendo sus drones con la ayuda de empresas locales, los equipos observan con aprensión cómo sus creaciones se van volando.
Cheng Yong-jen, de 24 años, recién graduado de la Universidad Nacional de Formosa, no pudo contener las lágrimas al ver el dron que ayudó a desarrollar aterrizar de manera segura, mientras otros se estrellaban:
Anteriormente fallaba, lo arreglamos, volvió a fallar y lo arreglamos nuevamente. Cuando finalmente aterrizó, estaba llorando. Toda la presión se liberó a la vez.
Lin Chun-liang, profesor de ingeniería eléctrica en la Universidad Nacional Chung Hsing y juez de la competencia, dijo que este tipo de evento permite a los estudiantes desarrollar habilidades prácticas que no se enseñan en la escuela. Aprendizaje en el trabajo que será valioso para sus futuras carreras.
Taiwán se centra en la formación de talentos
El gobierno taiwanés lo entiende bien: para mantenerse a la vanguardia en el campo de los drones militares, es necesario invertir no sólo en investigación y desarrollo, sino también en la formación de futuros talentos. De este modo, cada año se liberan cientos de millones de dólares para comprar y diseñar drones, pero también para formar a quienes trabajarán en esta industria estratégica.
El presidente Lai Ching-te también ha reafirmado su ambición de hacer de Taiwán “el centro de las cadenas de suministro de drones en Asia”. Un desafío importante en un contexto en el que el enorme sector de semiconductores taiwanés atrae a muchos jóvenes graduados con salarios atractivos.
Pero para Cheng Yong-jen, no se trata de renunciar a sus sueños. Decidido a incorporarse a una empresa especializada en drones de defensa después de su maestría, asegura:
Este es el camino que debemos seguir. No podemos dejar de progresar sólo porque estamos detrás de otros. Por el contrario, esto debería impulsarnos a redoblar nuestros esfuerzos para ponernos al día y hacer de Taiwán un actor clave en el sector.
En un contexto geopolítico tenso, la determinación de estos jóvenes estudiantes taiwaneses inspira respeto. Al poner su talento y creatividad al servicio de la defensa de su país, demuestran que la innovación puede ser un arma formidable frente a las amenazas externas. Una lección inspiradora que merece ser seguida de cerca.