DDecenas de millones de estadounidenses votarán el martes para decidir si Kamala Harris o Donald Trump llegarán a la Casa Blanca, unas elecciones bajo mucha tensión y con riesgos históricos para Estados Unidos y el resto del mundo.
Darlene Taylor emitió su voto en una escuela primaria en Erie, Pensilvania, un estado clave que por sí solo podría cambiar el resultado de esta elección extremadamente reñida.
Esta mujer de 56 años, que vive de las prestaciones sociales, lleva una camiseta con la leyenda “Trump-Vance”, el tándem que quiere que lidere esta federación de 50 estados y 335 millones de habitantes.
“No queremos cuatro años más de alta inflación, este precio de la gasolina y mentiras”, explica.
Con una gorra de béisbol, Marchelle Beason, de 46 años, votó por Kamala Harris. “Creo que reconciliará a toda la población, al mundo entero, porque estamos muy divididos en este momento”, dijo. “Ella actúa por la paz, mientras que todo lo que dice su oponente es sistemáticamente negativo. »
Los colegios electorales abrieron a las 6:00 hora local en la costa este de Estados Unidos, mientras que más de 82 millones de estadounidenses ya han emitido su voto anticipado.
Es imposible saber si serán necesarias horas o días de conteo para decidir entre el vicepresidente demócrata de 60 años y el exlíder republicano de 78, cuyas personalidades y visiones no podrían ser más diferentes.
“Está fuera de control”
Dos Estados Unidos aparentemente irreconciliables han acudido en masa a sus reuniones en las últimas semanas, cada uno de ellos convencido de que el otro llevará al país al desastre.
“Si ella no gana, estamos jodidos. Totalmente. Donald Trump lo va a arruinar todo. Está fuera de control”, se preocupa Robin Matthews, líder de una asociación de 50 años que vino a escuchar a Kamala Harris el lunes por la tarde a Filadelfia.
Pero para Ruth McDowell, Trump “es quien salvará a este país”. Esta asistente administrativa de 65 años, que asistió a la última reunión del republicano en Michigan, asegura que estará “muy triste por (sus) nietos” si gana el vicepresidente.
Kamala Harris llamó “fascista” a su rival. Donald Trump insistió en que ella era “muy tonta” y que iba a “destruir” el país.
En Washington, la capital federal, barreras metálicas rodean la Casa Blanca, el Capitolio y otros lugares sensibles. Un número impresionante de tiendas del centro de la ciudad han cubierto sus escaparates con tablas de madera.
Lea también
Sigue en directo la última información sobre las elecciones presidenciales americanas