Día D para los 244 millones de votantes estadounidenses, llamados a decidir entre Kamala Harris y Donald Trump en la carrera por la Casa Blanca.
Este martes 5 de noviembre, pero también los días siguientes, Estados Unidos está en alerta por unas elecciones ultraseguras.
La Guardia Nacional está notablemente movilizada.
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elecciones presidenciales de estados unidos
La Guardia Nacional, botones de llamada de emergencia, comercios barricados… Estados Unidos está en alerta de cara a las elecciones presidenciales de este martes 5 de noviembre, una de las más seguras de la historia del país. Mientras la ansiedad está en su punto máximo, las autoridades han implementado, a todos los niveles, medidas excepcionales para fortalecer la seguridad física del personal electoral, pero también la de las propias papeletas.
El FBI abrió un puesto de mando nacional en Washington para monitorear las amenazas las 24 horas del día, durante toda la semana. Y en Nevada, el estado de Washington y Oregón, un contingente de la Guardia Nacional se moviliza para promover una “Día electoral seguro y sin contratiempos”. Según el Pentágono, al menos 17 estados han puesto en alerta a un total de varios cientos de soldados. “Quiero asegurarme de que estamos completamente preparados para responder a cualquier disturbio civil adicional”explicó Jay Inslee, gobernador demócrata del estado de Washington.
Detectores de metales y francotiradores.
En este estado, donde Kamala Harris debería vencer fácilmente a Donald Trump según las encuestas, la semana pasada se incendiaron buzones para depositar votos por correo. También se registraron incidentes en Oregón y Arizona, donde se han abierto investigaciones. Algunos de los aproximadamente 100.000 colegios electorales del país estarán equipados también con botones de llamada de emergencia, confirmó a la AFP la empresa Runbeck Election Services, especialista en tecnologías de seguridad electoral.
Para este final de campaña tenso y angustioso con un resultado incierto, el nivel de alerta es aún mayor en los estados clave, los decisivos para la victoria final. En Arizona, la sede electoral del condado más poblado se ha transformado en una fortaleza: el edificio ha sido equipado con detectores de metales, drones patrullarán el cielo y francotiradores se colocarán en los tejados.
En Pensilvania, incluso si“es imposible prepararse para todos los escenarios posibles”las autoridades afirman haber reforzado la seguridad “en todos los niveles” y establecer un “vigilancia 24h/24”según un portavoz estatal. Y como Donald Trump afirma constantemente que la única posibilidad de perder sería que la otra parte manipulara los resultados, la seguridad se reforzará mucho más allá del día de las elecciones.
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