Las elecciones presidenciales estadounidenses dejan muchas incertidumbres en este mercado, que representa exportaciones esenciales para la UE.
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A medida que se acerca la fecha límite crucial que representan las elecciones presidenciales estadounidenses, todos los ojos están puestos en Washington y los inversores europeos se preguntan sobre el futuro de la economía verde al otro lado del Atlántico. Estados Unidos y el Reino Unido constituyen las principales salidas de los vehículos eléctricos e híbridos europeos, cuyas exportaciones aumentaron del 2% al 26% entre 2017 y 2023. Mercados que por sí solos valen casi 7.000 millones de euros. Pero el impuesto del 10% sobre los productos procedentes de la UE, prometido por Donald Trump, podría frenar este aumento.
“Hay una demanda creciente, la gente quiere vehículos eléctricos”. cree Alexander Bilgeri, jefe de comunicación de desarrollo sostenible de BMW. “Pero existe el problema del huevo o la gallina. Si hay demanda, las empresas invertirán en infraestructura de carga”.
La Ley de Reducción de la Inflación de 2022 de Joe Biden invirtió casi 220 mil millones de dólares en energía limpia, impulsando las ventas de vehículos eléctricos fabricados en Estados Unidos en un 55% en un año, gracias a medidas de incentivos, particularmente en el frente fiscal. Una iniciativa criticada por Donald Trump.
“Empresas como IKEA, que tienen enormes flotas globales, tienen objetivos muy ambiciosos”dice Dominic Phinn, jefe de transporte de Climate Group. “Están a la vanguardia de la lucha contra el cambio climático y están trabajando muy duro para lograr buenos resultados en la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero. Están trabajando duro para implementar las regulaciones adecuadas, con el fin de respetar sus compromisos, que son muy ambiciosos. .
“Pasarán al menos cinco años más antes de que estos mercados sean realmente fuertes”. señala Lew Fulton, director de Energy Futures de la Universidad de California, Davis, “Independientemente de lo que piense el gobierno. Pero es crucial que Estados Unidos continúe su impulso, y si el país deja de apoyar a este sector, será un problema importante”.
Kamala Harris, por el contrario, apoya la ley de reducción de la inflación: si gana el candidato demócrata, la economía verde sin duda todavía tendrá un futuro brillante por delante, pero será más caro comprar vehículos europeos. Suficiente para afectar las exportaciones de la UE. Y algunas empresas ya están pensando en instalarse en Estados Unidos, como esta italiana. Elyn Flyger, cuya empresa tiene su sede en Módena, utiliza la IA para reducir el consumo de energía.
“Es cierto que hoy, con las elecciones, preocupa un posible cambio de la situación en Estados Unidos”, admite Elyn Flyger, cofundadora y directora ejecutiva de Pinpoint. “Pero también creo que el movimiento ha comenzado y que una administración no podrá frenarlo”.
Si Kamala Harris y Donald Trump muestran ideas radicalmente opuestas, ambos abogan por un enfoque proteccionista, bajo el lema “Estados Unidos primero”.
“Cualquiera que sea el resultado de las elecciones, la competitividad de Europa está en juego en este contexto que cambia rápidamente”, resume Michela Monte, corresponsal de Euronews en Nueva York.