El prestigioso premio literario francés ya tiene ganador para la edición de 2024 “Estoy muy feliz, es un cliché, pero no hay otras palabras”, reaccionó el escritor de 54 años en el restaurante Drouant de París, donde se anunciaron los matrimonios de Goncourt y Renaudot. premios.
Kamel Daoud fue elegido por el jurado en la primera vuelta, obteniendo seis votos, contra dos de Hélène Gaudy, uno de Gaël Faye, vencedor del Renaudot, y uno de Sandrine Collette, anunció el presidente de la Academia Goncourt, el escritor Philippe Claudel. .
“La Academia Goncourt corona un libro donde el lirismo compite con la tragedia y que da voz al sufrimiento vinculado a un período oscuro en Argelia, el de las mujeres en particular. Esta novela muestra cómo la literatura, en su gran libertad de auscultación de la realidad, su densidad emocional, traza, junto a la historia histórica de un pueblo, otro camino de memoria”, elogió Philippe Claudel.
“Houris”, que en la fe musulmana designa a las jóvenes prometidas al paraíso, es una novela oscura sobre el destino de Aube, una joven muda desde que un islamista la degolló el 31 de diciembre de 1999.
Eligiendo a una mujer como narradora, Kamel Daoud sitúa la trama primero en Orán, la ciudad donde fue periodista durante la “década negra”, luego en el desierto de Argelia, de donde Aube parte para regresar a su pueblo.
Esta es la tercera novela de este autor, la primera publicada por Gallimard. Ya ganó el Premio Landerneau de los Lectores en octubre y no puede publicarse en Argelia, donde está sujeta a una ley que prohíbe cualquier obra que evoque la guerra civil de 1992-2002.
Una etiqueta de traidor
Kamel Daoud también ha adquirido la nacionalidad francesa. Incluso decir, en referencia al poeta Guillaume Apollinaire, polaco nacido y naturalizado en plena Primera Guerra Mundial: “Tengo síndrome de Apollinaire, soy más francés que los franceses”.
Entre gran parte de la opinión y de la intelectualidad argelinas, no puede quitarse de encima la etiqueta de traidor a su país.
Muchos argelinos, por el contrario, admiran sus escritos, su conocimiento de la historia del país y su terquedad a la hora de plantear preguntas airadas. Empezando por la editorial Sofiane Hadjadj, de las ediciones Barzakh, que publicó “Meursault, contra-investigación” en 2013.
“Inventó su propia manera de escribir”, comentó en el momento del éxito deslumbrante de esta novela, descubierta por Actes Sud.
Estrenada en Francia con 3.000 ejemplares en mayo de 2014, esta relectura del argumento de “El extranjero” de Albert Camus será una de las sensaciones literarias del año, con más de 100.000 ejemplares vendidos. Finalista del premio Goncourt, la obra ganó, entre otros, el Goncourt para estudiantes de secundaria.
Los comentarios realizados en la televisión francesa le valieron a Kamel Daoud una diatriba de un imán salafista, que habría sido una fetua si su autor hubiera tenido legitimidad. Un tribunal condenará a este imán en 2016 por “amenazas de muerte”, antes de que un tribunal de apelación sepultara el caso.
Integridad
Hijo de un gendarme, Kamel Daoud nació en Mostaganem (noroeste) en junio de 1970, el mayor de seis hermanos. Fue criado por sus abuelos en un pueblo donde se convirtió en imán cuando era adolescente, codeándose con los islamistas, antes de alejarse de la religión.
Siendo el único de sus hermanos que estudió literatura, se dedicó al periodismo, primero en Détective, la versión argelina de la revista de noticias, y luego en un importante periódico de habla francesa, Le Quotidien d’Oran.
Como explicó durante la promoción de “Houris”, los puestos de periodista quedaron disponibles después de los asesinatos. El trabajo era peligroso y muy delicado: había que dar informes de masacres que todos querían ocultar, minimizar o exagerar.
Su reputación de integridad proviene de este período, luego de artículos y columnas donde denunciaba sin rodeos todo lo que corroe la sociedad argelina: corrupción, hipocresía religiosa, olvido del poder, violencia, arcaísmos, desigualdades. Padre de dos hijos, dejó el periodismo en 2016 para dedicarse a la literatura.
Fue después de una viva controversia, en Francia y más allá, por su denuncia en Le Monde de la “miseria sexual en el mundo árabe-musulmán, la relación enfermiza con las mujeres, el cuerpo y el deseo”. Algunos lo habían acusado de mantener un cliché racista.
“Tengo derecho a pensar y defender mis ideas”, respondió en una entrevista a la AFP en 2017. “No todos los argelinos necesitan estar en la misma onda”.