Este sábado, la noche del 1 al 2 de noviembre de 2024, dos jóvenes bomberos de 21 años perdieron la vida en un trágico accidente automovilístico en Pezou, una pequeña comuna francesa ubicada en el departamento de Loir-et-Cher, en la carretera D34. Su vehículo se salió de la carretera antes de chocar contra un árbol y volcar. La tragedia se produjo a la salida de una curva y el coche sólo fue descubierto unas horas más tarde por los vecinos, que alertaron a las autoridades hacia las 10:20 horas, según la información transmitida por nuestros compañeros de La Nueva República.
Las dos víctimas eran miembros del servicio departamental de bomberos y salvamento (SDIS) de Loir-et-Cher. Uno era bombero profesional en Blois-sud y voluntario en el Centro de Primera Intervención (CPI) de Pezou, mientras que el otro había trabajado en el ayuntamiento durante dos años y también era bombero voluntario en los CPI de Pezou y Vendôme.
Las circunstancias exactas del accidente aún no están claras. Pierre Solon, alcalde de Pezou, explicó que esta carretera no es especialmente propensa a accidentes, aunque es estrecha y a veces resbaladiza. Según él, los habitantes de esta zona son generalmente cautelosos.
Se ha creado una unidad psicológica para los familiares y compañeros de las víctimas.
El coronel Mohammed Kharraz, director del SDIS, expresó su profunda emoción y precisó que “todo el cuerpo de bomberos del departamento está de luto”. Se ha creado una unidad psicológica para los familiares y compañeros de las víctimas y está previsto un homenaje oficial.
Este drama provocó fuertes reacciones dentro de la clase política. Philippe Gouet, presidente del consejo departamental, y Philippe Sartori, presidente del SDIS, expresaron sus condolencias a las familias y aseguraron su apoyo a los bomberos, afirmando que el departamento está unido en este difícil período.
El Ministro del Interior, Bruno Rétaileau, también se sumó al dolor de la comunidad de seguridad civil.
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