El ruido. La del coche, pero también la de un público que gritaba y coreaba el nombre de una leyenda. Al volante del McLaren de 1990, un icono del presente, bandera brasileña en mano. Este domingo, entre la clasificación y la carrera del Gran Premio de Brasil, Lewis Hamilton rindió un homenaje sublime al gran Ayrton Senna.
El británico de Mercedes conducía uno de los viejos coches del brasileño, que fue víctima de un accidente mortal en 1994, hace 30 años. El monoplaza conducido este domingo por Lewis Hamilton, el famosísimo McLaren y su motor Honda, llevó a Ayrton Senna a su segundo título de campeón del mundo de Fórmula 1, en 1990.
Así pues, el ambiente en Interlagos era excepcional. Más aún cuando Lewis Hamilton pasó por la famosa “Senna S”, parte de la pista rebautizada tras la muerte del brasileño. Para el británico, que aprecia tanto este Gran Premio de Sao Paulo y siente una profunda admiración por Ayrton Senna, fue evidentemente un honor.
La manifestación debía tener lugar este sábado, tras la clasificación. Pero estas fueron pospuestas debido al clima y a las violentas tormentas que azotaron Sao Paulo este fin de semana. Lewis Hamilton saldrá lejos en la parrilla de salida, en la decimoquinta posición. El hombre de la pole se llama Lando Norris… Un piloto de McLaren, obviamente.