Dentro de los conservadores, está experimentando un ascenso meteórico. Elegida diputada en 2017, ascendió rápidamente de rango, destacándose por su competencia y franqueza. Ocupó varios cargos ministeriales, en particular el de Secretaria de Estado de Economía, donde defendió un conservadurismo pragmático, llegando incluso a distanciarse del ala más derechista del partido. Después de no poder tomar el liderazgo del partido en 2022, esta vez era la favorita. Se dice que es combativa y, tanto si amas como si odias su talento para la controversia, es la primera mujer negra en liderar uno de los principales partidos políticos del Reino Unido.
Reino Unido: revitalizados, los conservadores esperan recuperar el poder empujando el listón más hacia la derecha
Se autodenomina “antidespertar” y recuerda a Thatcher
Kemi Badenoch, como “Nueva Dama de Hierro”, quiere ser la punta de lanza del “liberalismo musculoso”. Alineada con el Brexit, cree que hay que proteger a la sociedad británica de las influencias externas. A pesar de sus antecedentes, dice que “no todas las culturas son iguales”. Por tanto, se opone a los programas de diversidad y a lo que percibe como una “cultura del victimismo”, criticando abiertamente las iniciativas “.desperté” que, según ella, dividen más de lo que unen.
La prensa inglesa ve a Badenoch como una nueva Margaret Thatcher. Como Thatcher, encarna un conservadurismo intransigente, afirmando valores que considera fundamentales: la meritocracia, el papel reducido del Estado y una fuerte responsabilidad individual. Al igual que Thatcher, llegó a la cabeza del Partido Conservador con una misión de transformación del partido y del país, en particular oponiéndose a la mayoría laborista con su rechazo al socialismo y su intenso liberalismo económico. Y, siguiendo a Rishi Sunak, de quien fue ministra de Comercio durante dos años, considera la inmigración como una amenaza a la cohesión social. Intransigente al respecto, no se anda con rodeos: “La inmigración no es buena para el país”. Y es con este tipo de pequeñas frases que atrae la ira de algunos en su propio bando. Pero Thatcher también dividió opiniones, incluso dentro de su partido. Entonces, ¿es Badenoch un visionario dispuesto a defender los valores británicos y dar un giro al Partido Conservador, o un obstáculo para una sociedad más igualitaria?
En el Reino Unido, el punto de inflexión “histórico” del Partido Laborista: “Este conjunto de reformas es verdaderamente radical en comparación con la legislación actual”
Retomar el partido, un gran desafío
“Debemos reconocer que cometimos errores”, suplica. Y el momento es crucial. Hereda un Partido Conservador debilitado, manchado por escándalos y una aplastante derrota electoral. El desafío que tiene por delante es inmenso, ya que debe recuperar la confianza de un electorado desilusionado y fragmentado, al tiempo que se enfrenta a una decidida oposición laborista, personificada por Keir Starmer. Si las expectativas son altas, Badenoch parece dispuesto a luchar, impulsado por la misión de encarnar la renovación de los conservadores británicos, y ya tiene la vista puesta en las próximas elecciones. Cuando se anunciaron los resultados, ella declaró: “La tarea que tenemos ante nosotros es difícil pero simple: debemos hacer que el gobierno laborista rinda cuentas, prepararnos para gobernar nuevamente y en las próximas elecciones [probablement pas avant 2029]debemos tener un plan claro de cambio para nuestro país”.
Si su determinación no está en duda, esta nueva era de oposición de ultraderecha también podría resultar arriesgada, particularmente entre un electorado más matizado. Badenoch sabe que debe encontrar un equilibrio entre la firmeza de sus convicciones y las expectativas de una sociedad inherentemente multicultural, con el desafío migratorio en la mira. Lo consiga o no, ahora es un elemento esencial de la escena política británica, y su carrera será decisiva para el futuro del Partido Conservador, pero también para la política británica en su conjunto.