Una francesa relata el difícil regreso a la vida tras las inundaciones cerca de Valence

Una francesa relata el difícil regreso a la vida tras las inundaciones cerca de Valence
Una francesa relata el difícil regreso a la vida tras las inundaciones cerca de Valence
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Una mujer francesa que vive cerca de Valencia fue víctima de las inundaciones que dejaron más de 210 muertos esta semana en la región de Valencia, España. Liquidación, suministros, escasez de electricidad… Ella cuenta a BFMTV cómo se organiza la vida después del desastre.

A pocos días de las inundaciones que dejaron 211 víctimas en la región de Valencia, España, la vida intenta volver a la normalidad. Stéphanie, una francesa residente en Paiporta -a pocos kilómetros al sur de Valencia-, relata el caos y luego la lucha que vivió durante sus primeros días allí, mientras todavía estaba privada de agua potable este sábado 2 de noviembre.

“Al principio hicimos un poco como pudimos (…) La electricidad volvió hoy a la 1 de la tarde pero todavía no tenemos agua”, le dice a BFMTV.

“Los dos primeros días no había nadie”

Le resulta difícil, sin embargo, olvidar los primeros días después del desastre, cuando los habitantes quedaron abandonados a su suerte. “Los dos primeros días no había nadie”, recuerda. “Hoy empiezan a llegar helicópteros y camiones militares. Se empieza a organizar”.

Esta francesa explica también que desde el viernes se han organizado puntos de suministro para abastecerse de agua, productos de higiene y alimentos. Explica que fue a recoger lo que pudo a varios supermercados.

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Stéphanie dice que “lamenta” “la visión catastrófica” de su ciudad tras las inundaciones. “Es difícil ver gente a la que no le queda nada: hay algunos que lo han perdido todo, todo en casa está perdido, empapado, todo está en la calle. Han perdido su coche, su trabajo”.

En las últimas horas, sin embargo, se ha sentido conmovida por la oleada de solidaridad que se ha producido a nivel local. “Ayer (viernes), colas de gente acudían a Paiporta con palas, escobas, carretillas… Cualquier cosa para quitar todo el barro de las calles”.

El martes por la noche, “el agua subió muy, muy rápidamente” en las calles y en su edificio, dice Stéphanie, quien explica que se había formado una especie de “obstrucción” aguas arriba, a nivel del río. “Cuando éste saltó, subió muy, muy rápido, en apenas unas horas”, continúa, describiendo 2,50 metros de agua en las calles de Paiporta por la tarde, antes de que todo se derrumbara en barro de la noche a la mañana.

Jeanne Bulant Periodista BFMTV

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