Además de la trama muy fuerte, volvemos a conectar con los escritos de Wajdi Mouawad, que están llenos de grandes declaraciones que lamentablemente todavía hoy hacen eco de los horrores de la guerra. Una secuencia de “iras en ira, de violaciones a asesinatos, hasta el comienzo del mundo”, este es su resumen del origen de las guerras y los conflictos que desgarran a naciones enteras. Y por encima de la ira, la ignorancia: secretos familiares, educación despreciada, ascenso de dictaduras. El cóctel perfecto para una vida de sufrimiento y trauma. A pesar del contenido trágico de la historia, todavía sentimos la resiliencia y el deseo de rectificar los hechos, de luchar y triunfar a través de la paz y el amor.
*Foto de Danny Taillon
Todo se juega a la vista, con una escenografía notable, ilustrada por bloques inicialmente soldados en el centro del escenario, que luego estallan y se dispersan cuando los gemelos descubren. Luego, el público es transportado al país de origen, que nunca se menciona pero que suponemos que está en Medio Oriente. Los trajes evocan la cultura árabe, blancos y sueltos, con inquietantes detalles eclécticos, como ramas en la cabeza de la abuela o destellos rojos en el rostro del joven amante. El ángulo feminista del texto se destaca en la versión de las hermanas Talbi porque muchos elementos de la historia las tocan personalmente, como expresaron: “Nuestras ancestras fueron Jihane, Nazira, Malika y fueron desarraigadas de su tierra indígena. ¿No es increíblemente hermoso tener hoy la oportunidad de hablar de ellos a través de nosotros? A través del inmenso trabajo de Wajdi Mouawad. Por todo Quebec. »
Una obra imprescindible
El impresionante reparto nos cuenta la tragedia a través de una gama de personajes tan bien encarnados que confundimos quién es quién y nos atenemos a todas las proposiciones. Denis Bernard es un notario entrañable y proporciona momentos cómicos raros pero necesarios. Las tres mujeres son magistrales: Dominique Pétin como Nawal, Sabrina Bégin-Tejeda como Jeanne e Ines Talbi como Sawda y varios papeles pequeños. Neil Elias resulta ser una revelación convincente en el personaje de Simon, el gemelo, mientras que Reda Guerinik confirma su aplomo y su energía atlética. En definitiva, nos seduce la versatilidad de Antoine Yared, un actor que ha destacado especialmente en el mercado angloparlante, pero al que esperamos ver más en los escenarios francófonos.
*Foto de Danny Taillon
En estos tiempos inciertos en los que estallan y acechan conflictos de escala inhumana, Incendios sigue siendo una obra esencial y salvadora para sanar y perdonar colectivamente… al menos un poco.
*Foto de Danny Taillon
En el Théâtre Duceppe hasta el 30 de noviembre, algunas entradas adicionales disponibles.
Texto -Wajdi Mouawad
Puesta en escena – Elkahna e Inés Talbi
Interpretación – Sabrina Bégin Tejeda, Denis Bernard, Ariane Castellanos, Neil Elias, Reda Guerinik, Dominique Pétin y Antoine Yared
asistencia desorden – Betzaïda Thomas
Escenografía – Anick La Bissonnière
Disfraces – Sophie El-Assaad
Iluminación – Leticia Hamaoui
Música – Ilyaa Ghafouri y Radwan Ghazi Moumneh
Accesorios –Julie Measroch
Movimiento – Jr. Maddripp
Maquillaje y peluquería – Justine Denoncourt-Bélanger