Las fuerzas armadas de la República Democrática del Congo anunciaron la liberación de 118 rehenes en poder de los rebeldes ADF, grupo armado ugandés afiliado al Estado Islámico, en el este del país. Se trata del mayor número de liberaciones desde el inicio de las operaciones conjuntas con el ejército ugandés en 2021. Lo que ilustra una etapa clave de este conflicto que sigue intensificándose.
Las 118 personas liberadas en Ituri incluyen hombres, niños y mujeres embarazadas. Actualmente, estos ex rehenes permanecen bajo la protección del ejército congoleño a lo largo del eje estratégico Luna-Komanda, que une Kivu del Norte con Ituri, una zona bajo constante presión militar para contrarrestar los movimientos rebeldes. Esta liberación se produce en un contexto de aumento de las tensiones en el este de la República Democrática del Congo.
Recuperar posiciones estratégicas del ADF
De hecho, las autoridades de Kinshasa acusan a Kigali de apoyar activamente a determinados grupos rebeldes, en particular al M23. Esta acusación alimenta aún más las fricciones regionales, complicando los ya frágiles esfuerzos de estabilización. Las fuerzas congoleñas están actuando con cautela en la identificación de los rehenes liberados, pero no sin estar atentas a los riesgos de infiltración de elementos de las ADF.
Las autoridades militares no descartan que los rebeldes se hagan pasar por rehenes, escenario que se tiene activamente en cuenta en las estrategias de seguridad. Importantes avances militares han permitido recuperar posiciones estratégicas que antes estaban bajo control de las FDA, en particular en zonas de Rwenzori y Mwalika, así como en el infame “triángulo de la muerte”.
La presión militar es mayor que nunca
Esta región, que incluye Oicha, Kamango y Eringeti, ha sido escenario de numerosas masacres perpetradas por los rebeldes. Con estas recientes victorias, los combatientes de las ADF se han visto obligados a redesplegarse. Algunos se dirigieron hacia el sector de Bapere, al oeste de la carretera nacional número 4, mientras que otros se retiraron hacia el norte, hacia la frontera entre Kivu del Norte e Ituri. Estos movimientos son seguidos de cerca por el ejército congoleño.
Los expertos de la región creen que el objetivo de los rebeldes sigue siendo recuperar el control del triángulo de la muerte. Lo que explicaría los violentos combates que continúan en los alrededores de Komanda. Con acusaciones de apoyo a los rebeldes pesando sobre Kigali, el conflicto en el este de la República Democrática del Congo no muestra signos de aliviarse y la presión militar sigue siendo mayor que nunca.