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Los enviados estadounidenses Amos Hochstein y Brett McGurk se reunieron con las autoridades israelíes el jueves para discutir un posible alto el fuego con el Líbano. Según un funcionario estadounidense entrevistado por la Corporación Pública de Radiodifusión de Israel, las discusiones fueron “constructivas” y las “brechas se han reducido”.
Según LBCI, en Israel continúan las negociaciones sobre los “ajustes” que propondrá Washington para un alto el fuego. Se espera que el gabinete de seguridad de Israel considere las propuestas el domingo, añadió.
Al final de la reunión del jueves, representantes israelíes y estadounidenses acordaron redactar un plan integral para la frontera libanés-israelí, lo que supone un “progreso significativo” en el establecimiento de medidas de seguridad, según un funcionario israelí entrevistado por el Canal 12.
El presidente del Parlamento libanés, Nabih Berri, recordó el viernes que Israel había perdido “varias oportunidades” de establecer un alto el fuego y aplicar la Resolución 1701 desde septiembre pasado. Hizo estas declaraciones durante una reunión con el jefe de la FPNUL, general Aroldo Lázaro, reiterando el compromiso del Líbano con la Resolución 1701, que considera “la única opción para garantizar la seguridad y la estabilidad de la región”.
Hezbolá y sus límites ante un alto el fuego
Hezbolá dijo recientemente que podría aceptar una tregua si las condiciones fueran “aceptables”, al tiempo que reconoció que había sufrido ataques “dolorosos” por parte de Israel. Sin embargo, la organización se niega a cumplir ciertas exigencias, incluida una retirada de 30 kilómetros de la frontera, exigida por Israel.
Según el Primer Ministro libanés Najib Mikati, las señales de Amos Hochstein sugieren que se podría alcanzar una tregua antes de las elecciones estadounidenses del 5 de noviembre. Con parte de su liderazgo diezmado y su infraestructura atacada, Hezbollah podría aprovechar una tregua para reorganizarse.
La resolución 1701, adoptada por la ONU en 2006 para poner fin a la guerra entre Israel y Hezbolá, estipula que sólo el ejército libanés y las fuerzas de la FPNUL deben desplegarse en el sur del Líbano. Hezbolá podría considerar una retirada hacia el norte desde el río Litani, negándose al mismo tiempo a abandonar por completo las zonas fronterizas.
Aumento de tensiones y presiones internas.
La presión está aumentando dentro del propio Líbano, donde se alzan voces para pedir el fin del conflicto, especialmente desde que Hezbolá ha relajado recientemente su insistencia en el vínculo entre la situación en Gaza y sus operaciones en la frontera israelí. Mikati afirmó así que Hezbollah parecía dispuesto a suavizar su posición y que los ministros afiliados a la organización apoyaban ahora la aplicación de la Resolución 1701.
Los ataques israelíes se han intensificado en los últimos días contra la infraestructura y los bastiones de Hezbollah en el Líbano, particularmente en Beirut. La Agencia Nacional de Noticias Libanesa (NNA) informa que estos bombardeos causaron graves daños materiales, particularmente en los suburbios del sur de Beirut, Aley y Bint Jbeil. En respuesta, Mikati condenó esta “escalada”, diciendo que demostraba la negativa israelí a alcanzar una tregua.
Mientras continúan las conversaciones encabezadas por Estados Unidos, el futuro de la frontera sur del Líbano sigue siendo incierto. Los esfuerzos diplomáticos en curso tendrán que navegar entre las demandas de seguridad israelíes, las consideraciones estratégicas de Hezbolá y las expectativas de la comunidad internacional de establecer una paz duradera en la región.
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