DTorrentes de barro, coches amontonados, casas destrozadas, vidas destrozadas… Las terribles inundaciones que asolaron la Comunidad Valenciana, matando a más de 200 personas, dieron paso a un espectáculo de desolación. Al miedo le siguió la consternación. ¿Cómo podemos explicar un fenómeno tan brutal y repentino? ¿Cómo puede estar tan dañado un país rico como España?
Sin embargo, es sorprendente sorprenderse. Sin duda, estas inundaciones son las peores en más de tres décadas. Pero este tipo de fenómenos son de esperar: desde hace tres décadas, los informes del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC) alertan sobre perturbaciones climáticas que agravan los fenómenos meteorológicos extremos. Si el calentamiento aumenta las olas de calor y las sequías, al mismo tiempo intensifica las lluvias torrenciales a las que están acostumbradas las regiones mediterráneas. Las explicaciones provienen de la física: una atmósfera más cálida puede contener más humedad. Los océanos sobrecalentados también proporcionan más energía para fenómenos de “gota fría”, tormentas y huracanes.
La exposición y las vulnerabilidades de las poblaciones también se ven exacerbadas por las decisiones de planificación urbana. Desde los años 60, las ciudades se construyen masivamente en zonas propensas a inundaciones, lo más cerca posible del mar o de los ríos, vierten hormigón en todas direcciones, impermeabilizan el suelo, destruyen humedales que podrían contener las inundaciones… Así que las lluvias, potenciadas por el calentamiento global, surgen y arrasan con todo lo que encuentran a su paso.
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Los últimos años están llenos de ejemplos de cataclismos de este tipo. Sólo en septiembre y octubre, Ardèche quedó bajo el agua después del episodio de dos días más intenso jamás registrado en las Cevenas, el norte de Francia quedó inundado por la tormenta Kirk, mientras que Boris dejó 22 muertos en Europa central. En el sureste de Estados Unidos, los huracanes Helene y Milton causaron más de 250 muertes. Anteriormente, Paso de Calais pasó el invierno con los pies en el agua en 2023, Alemania y Bélgica enterraron a casi 230 residentes en inundaciones dantescas en 2021.
Rechazo de la ecología política
Los países occidentales, que hasta hace poco se sentían protegidos, se están viendo muy afectados por la crisis climática. Pero unos meses después de un desastre, lo olvidamos… hasta el siguiente. El asombro da paso a la amnesia, que permite retomar el curso de la vida y seguir manteniendo la economía en funcionamiento.
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