A veces podemos decir que el mal desempeño de un equipo proviene de entrenadores que prepararon mal a sus jugadores. Sin embargo, también hay que evaluar el rendimiento del equipo cuando el partido está en marcha y corresponde a los jugadores hacer su trabajo.
En el caso del canadiense contra los Capitals anoche, no podemos culpar absolutamente a Martin St. Louis. Cuando nos damos cuenta de que el equipo fue víctima de 24 pérdidas de balón en un mismo partido, se trata de errores de los jugadores en el hielo, no de los entrenadores.
Sí, hay que aplicar el factor del sistema de juego de los entrenadores, pero estamos hablando principalmente de una falta de ejecución actualmente. Todos los jugadores simplemente necesitan aumentar su concentración y elegir la jugada correcta que se les presente en el hielo para evitar pérdidas de balón.
También hay que destacar la falta de concentración del equipo, cuando nuevamente fuimos víctimas de secuencias de 2 goles en menos de 2 minutos. Sucedió dos veces anoche contra Washington.
Por tanto, siguen siendo situaciones en las que el entrenador no tiene control del juego y que demuestran la falta de concentración en el partido. Cuando permitimos un gol, entramos en pánico y cometemos aún más errores. Y no es falta de preparación ya que empezamos bien el partido.
No olvidemos que el canadiense es el segundo equipo más joven del circuito y que los jóvenes todavía tienen que aprender de esta situación. Esto es completamente normal.
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