Carta del día: ¿trabajar todavía tiene sentido?

Ginebra, 29 de octubre

¿Quién soy yo? ¿A dónde voy? Todos intentan encontrar sus propias respuestas o no; sin embargo todos buscamos significado. ¿Y en lo profesional, todavía tiene sentido trabajar en el mundo posmoderno?

En el pasado, la velocidad no era un factor primordial; el sector primario dependía de las estaciones, el artesano producía cuidadosamente el objeto encargado, el comerciante conocía a su clientela, el significado difícilmente era una noción que a uno le importara.

Con la organización científica del trabajo, el tiempo se convierte en dinero. Para ganar más, debemos acelerar el ritmo introduciendo un trabajo en línea de montaje ininterrumpido. Los transportes y los servicios se desarrollan para vender lo más rápidamente posible productos producidos en masa, se establecen vacaciones remuneradas para preservar el aparato humano y el sector turístico aparece como una válvula para el entretenimiento. En Tiempos modernos de Chaplin, el significado se desvanece.

Sin embargo, esto no es suficiente; debemos optimizar “financiarizando” cada momento de la actividad y comprimiendo los costes: informes permanentes, reorganizaciones incesantes de las empresas y dispersión espacial de los instrumentos de producción mediante la subcontratación. Los objetivos cuantificados y la descorporeización de la gestión, el significado en el trabajo están muriendo, y con la IA que eliminará el factor humano del ciclo de producción, pronto será historia antigua, al igual que los dioses.

¿Deberíamos dejar que el sistema encuentre significado, abandonarlo de alguna manera, o deberíamos hacerlo evolucionar, tratar de mantener al ser humano en control del juego? ¡Depende de todos responder!

Olivier Ballissat, secretario empresario jubilado

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