El Secretario de Estado para las Relaciones con los Estados estuvo en Montreal con motivo de la conferencia sobre la fórmula para la paz en Ucrania. Volviendo a la misión confiada a la Santa Sede de liberar a los niños, civiles y soldados ucranianos, Mons. Gallagher lamentó que “los resultados no estuvieron a la altura de las expectativas”. El arzobispo instó a evitar cualquier explotación de las cuestiones humanitarias y a buscar el bien de las víctimas.
Salvatore Cernuzio – Ciudad del Vaticano
«Desafortunadamente, los resultados no estuvieron a la altura de las expectativas.“, tal vez porque los casos que se le han confiado “son mas complicados“. Sin embargo, la Santa Sede persevera en sus esfuerzos humanitarios para liberar a los menores, soldados y civiles ucranianos detenidos por Rusia. Así lo afirmó el arzobispo Paul Richard Gallagher, secretario de la Santa Sede para las Relaciones con los Estados y las Organizaciones Internacionales, durante la conferencia internacional sobre la dimensión humana de la fórmula de paz de Ucrania, que se celebra en Montreal, Canadá, los días 30 y 31 de octubre.
Esta fue la segunda cumbre sobre la fórmula de paz propuesta por el presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, después de la celebrada en Suiza el pasado mes de junio. El evento canadiense de dos días tuvo en su agenda la “propuesta número 4” de los diez puntos que componen la fórmula: la “liberación de todos los prisioneros y deportados“. Ésta es la misión que la Santa Sede ha asumido desde el comienzo de la invasión rusa de Ucrania”, afirmó.aceptandorecordó monseñor Gallagher, las repetidas peticiones de las autoridades ucranianas».
La petición del presidente Zelensky y la misión del cardenal Zuppi
Fue el propio presidente Zelensky quien por primera vez apeló a la red diplomática de la Santa Sede sobre la liberación de casi 20.000 menores ucranianos llevados por la fuerza a Rusia y sobre el intercambio de prisioneros. El mecanismo puesto en marcha ha dado resultados concretos, como la liberación de los dos sacerdotes redentoristas ucranianos el 29 de junio y el regreso de un grupo de menores. El presidente ucraniano reiteró su petición de ayuda al Papa durante su audiencia, la tercera en el Vaticano, el 11 de octubre.
Este tipo de asistencia humanitaria fue “el principal objetivo de la misión del cardenal Zuppi a Kyiv y Moscú“, declaró además Mons. Gallagher, refiriéndose al viaje del presidente de la Conferencia Episcopal Italiana a Ucrania y Rusia durante el verano de 2023 como enviado del Papa para encontrar los medios para una “paz justa» para el país «martirizado“. Luego, el cardenal Zuppi regresó a Moscú los días 14 y 15 de octubre. Esta misión, subrayó el diplomático en Montreal, “condujo a la creación de un marco para la repatriación de niños y el intercambio regular de información entre las dos partes“. También dio lugar a encuentros en línea con la participación de los nuncios apostólicos de los dos países, Mons. Visvaldas Kulbokas en Ucrania y Mons. Giovanni d’Aniello en Rusia.
La ayuda de los dos nuncios apostólicos
Incluso si los resultados no son satisfactorios, dijo el arzobispo, “El contacto directo entre las partes, en particular con la presencia de los dos nuncios apostólicos, es útil para facilitar el diálogo.“. Mons. Kulbokas, en particular, identificó instituciones católicas dispuestas a acoger a familias con menores repatriados. Y esto, mientras “La Santa Sede reitera su petición de nuevas listas de niños“. Además, “La Santa Sede también transmitió miles de nombres de prisioneros, solicitando su canje y liberación. También apoyó la propuesta de crear comisiones médicas conjuntas para los presos que padecen enfermedades graves y apoyó la petición de las familias de los presos ucranianos de proporcionarles ayuda humanitaria. Finalmente, exigió a la parte rusa el traslado de los soldados ucranianos fallecidos.».
No a la instrumentalización
El nuncio en Kyiv, añadió el obispo Gallagher, “visitó a algunos de los prisioneros rusos en Ucrania, observando su buena condiciones“. El Comisionado de Derechos Humanos de la Federación de Rusia dio garantías similares sobre las condiciones de los prisioneros ucranianos: “pero sin posibilidad de que la Santa Sede verifique su situación».
Para concluir, el Secretario de Relaciones con los Estados y Organismos Internacionales llamó “Las partes se abstendrán de cualquier explotación de las cuestiones humanitarias.» y reiteró “la necesidad de un compromiso para encontrar soluciones a las necesidades humanitarias urgentes, también como un camino de buena voluntad hacia la paz».
