El conflicto en Sudán del Sur ha perturbado gravemente las exportaciones de petróleo, privando al gobierno de su principal fuente de ingresos. De hecho, el petróleo representa el 90% de los ingresos de Juba.
Sudán del Sur produjo 150.000 barriles por día de petróleo crudo hasta febrero. Pero, según la encuesta Platts OPEP de S&P Global Commodity Insights, la producción cayó a 70.000 barriles por día en marzo y luego a 60.000 en abril.
Para el Estado sudanés, la caída de la producción y el cierre del oleoducto representan un déficit diario de 4 millones de dólares. Además, sin petrodólares, el banco central no puede respaldar la moneda, lo que eleva el costo de las importaciones de alimentos y combustibles.
De hecho, esta crisis económica afecta también a la población que hoy se enfrenta a la inflación. Casi todos los bienes de consumo importados han provocado que el costo de vida en el país se haya disparado.
Los precios del pan y del combustible se han más que duplicado. Este aumento se ve acelerado por la caída de la libra sursudanesa, cuyo valor en el mercado negro se ha dividido por tres frente al dólar en los últimos meses, señala AfricaNews.
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