En un giro reciente, el ex entrenador del Liverpool Jürgen Klopp ha expresado que está “en paz” con su nuevo nombramiento como Jefe de Fútbol Global en Red Bull, a pesar de la conmoción que ha causado entre los aficionados en Alemania. La medida ha despertado emociones, particularmente en relación con el RB Leipzig, el club bajo el paraguas de Red Bull que ha sido un punto de discordia desde su creación en 2009.
El modelo del RB Leipzig, que limita la membresía, ha sido criticado por críticos que argumentan que elude la tradición tradicional del fútbol alemán, donde los clubes son propiedad mayoritaria de sus miembros, lo que permite a los fanáticos tener voz y voto en los asuntos del club. Klopp reconoció la singularidad del panorama del fútbol alemán mientras hablaba con franqueza durante un podcast presentado por Toni Kroos y su hermano Félix.
“No quería pisarle los pies a nadie, definitivamente no”, dijo Klopp. “Personalmente, tengo un profundo cariño por todos mis antiguos clubes. Me doy cuenta de que mis acciones pueden interpretarse de manera diferente en casa que en el extranjero”.
El fútbol alemán tiene su carácter distintivo y Klopp entiende que la toma de decisiones no puede depender únicamente de reacciones externas si uno se siente seguro de sus elecciones. Desde que anunció una pausa en su carrera como entrenador, el reciente papel de Klopp ha sido descrito como un “choque cultural”. Una encuesta de Kicker encontró que un increíble 72% de los encuestados no aprobaba su nuevo rol.
Los aficionados del Borussia Dortmund, donde Klopp disfrutó del éxito durante siete años y ganó dos títulos de la Bundesliga, quedaron especialmente decepcionados con su última aventura. “Siempre fue obvio para mí que no me quedaría de brazos cruzados”, compartió Klopp. “Y cuando se presentó la oportunidad con Red Bull, me di cuenta de que era realmente extraordinario”.
Klopp, que llevó al Liverpool a triunfos tanto en la Premier League como en la Liga de Campeones, admitió que hasta ahora no había seguido de cerca la saga de Red Bull. Curiosamente, su ex asistente en Liverpool, Pep Lijnders, actualmente dirige al RB Salzburg, mientras que Marco Rose, uno de los jugadores de Klopp durante su etapa en Mainz, entrena al Leipzig.
Además, el entrenador del RB New York, Sandro Schwarz, jugó junto a Klopp en Mainz, y Mario Gómez, ex internacional alemán, es el director técnico de Red Bull. Klopp señaló: “Ninguno de nosotros habría imaginado esta asociación en ningún momento”.
Antes del 1 de enero, Klopp planea pasar sus últimos días de vacaciones antes de asumir su función de asesor. Describió su objetivo como ser una fuerza estabilizadora en diversas situaciones, evitando al mismo tiempo la microgestión. “Mi objetivo es ofrecer mi experiencia y mantenerme enfocado en áreas en las que puedo contribuir”, explicó. “Pretendo que esto sea un compromiso a largo plazo, no solo un rol pasajero”.