Ali Mahaman Lamine Zeine reiteró el cierre de la frontera con Benin por razones de seguridad. Esta decisión tomada durante una conferencia de prensa en Niamey (Níger) por el Primer Ministro de Níger no es insignificante. De hecho, se produce a pesar de los llamamientos del presidente beninés, Patrice Talon, para normalizar las relaciones entre los dos países. El objetivo es facilitar la exportación de petróleo nigerino a través del puerto de Sèmè Kpodji.
Contexto regional y sanciones de la CEDEAO
El cierre de la frontera se produce tras el levantamiento de las sanciones económicas impuestas por la CEDEAO (Comunidad Económica de los Estados de África Occidental). Una decisión tomada tras el golpe de Estado de julio de 2023 en Níger. Aunque la frontera con Nigeria está abierta, la de Benin permanece cerrada, lo que alimenta las tensiones diplomáticas.
Acusaciones de bases militares y entrenamiento terrorista
Zeine acusó a Benin de albergar bases francesas en su territorio. Lugares donde se entrenaría a terroristas para desestabilizar Níger. Estas acusaciones, no confirmadas por fuentes independientes, complican las discusiones sobre la reapertura de las fronteras.
Impacto económico y búsqueda de soluciones
El mantenimiento de este cierre amenaza las ambiciones de Níger de desarrollar sus exportaciones de petróleo, en particular a los mercados internacionales a través del puerto de Sèmè. El Primer Ministro expresó su esperanza de encontrar una solución, al tiempo que acusó a Benin de violar los acuerdos bilaterales y trilaterales con China en materia de transporte de petróleo.
El cierre de la frontera entre Níger y Benin plantea cuestiones cruciales sobre la seguridad. Pero también para la diplomacia y la economía regional. Mientras Niamey busca garantías de seguridad, el resultado de este enfrentamiento tendrá implicaciones significativas para el acceso a los mercados energéticos internacionales.
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