¿Puede un vendedor mostrar un precio diferente, online y en la tienda, para el mismo producto?

¿Puede un vendedor mostrar un precio diferente, online y en la tienda, para el mismo producto?
¿Puede un vendedor mostrar un precio diferente, online y en la tienda, para el mismo producto?
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Aquí hay una pregunta para los amantes de las compras, tanto online como en la tienda. Cuando Charlotte encuentra un objeto decorativo que le gustaría regalarse, un detalle le llamará la atención. El mismo artículo en la tienda resulta más caro que el que se ve en línea. ¿Cómo explicar esta diferencia? Y sobre todo ¿es legal?

Entonces, debes saber que la respuesta es SÍ. Esto es completamente legal. De hecho, el comerciante puede aplicar los precios que quiera. Y si quiere poner un producto más caro en su tienda o en su sitio web, está en su derecho. Sin embargo, el precio debe mostrarse claramente e incluir el IVA y otros impuestos.

Sin embargo, es necesario un pequeño punto de atención: el comerciante debe tener cuidado al anunciar una reducción en un artículo. Deberá determinar el precio de referencia a partir del cual aplicará la reducción.

Sobre este tema, el FPS Economía precisa que “el precio de referencia es el precio más bajo que el vendedor fijó para el producto en los últimos 30 días antes de que se aplicara el descuento. Este precio debe ser determinado por canal de venta.”.

Para decirlo más concretamente, aquí tienes un ejemplo: ves una chaqueta en una tienda y resulta que está en oferta. Cuesta 50 euros online y 60 euros en tienda. El comerciante deberá aplicar el 30% (ejemplo) sobre los 50 euros de su tienda web. Y 30% de descuento 60 euros en tienda.

Tenga en cuenta que esto puede ser en ambos sentidos. Un producto también puede ser más caro online que en una tienda. ¿Pero por qué esta diferencia? A veces depende de la competencia. Un comerciante también puede cobrar más en línea para animar a los clientes a visitar su tienda física. O al contrario, porque el comercio online cuesta menos.

Tenga en cuenta también que en la tienda, si el precio que se muestra en el estante no es el mismo que el que le anunciaron en la caja, el comerciante debe obligarle a pagar el menor de los dos.

A menos que haya un gran error. Por ejemplo, un ordenador que cuesta 500 euros aumenta a 50 euros al finalizar la compra.

RIRAVQ

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