Ferrari aprovechó las Finales Mundiales disputadas en el circuito de Imola para ofrecer a sus aficionados una primera visión de su F80 en movimiento.
Para sustituir al exitoso LaFerrari lanzado en 2013, y antes al Enzo (2002), el fabricante del caballo rampante ha optado por volver a su nomenclatura histórica con la legendaria F y el aniversario de la creación de la marca. Así nació, el 17 de octubre de 2024, el F80 que sucede al F40 y al F50 en esta línea.
Un coche que se ubicará en la clase de hipercoches al igual que el Mercedes-AMG One o el McLaren W1. Maravillas que cuestan más de 3 millones de euros, exactamente 3,6 millones en el caso del Ferrari… excluyendo la sanción ecológica de 60.000 euros en Francia. Precios fuera del alcance del común de los mortales, pero modelos excepcionales, pero que son una ganga. Como prueba, la producción de este F80 se incrementará hasta las 799 unidades, cuando la del anterior LaFerrari era de 499 unidades cerradas y una serie de 209 unidades descapotables (Aperta) para premiar a unos cuantos clientes fieles.
Prueba de que los tiempos están cambiando, este F80 ya no se refiere exclusivamente a su herencia de Fórmula 1, sino también y sobre todo a la de las 24 Horas de Le Mans. Así, el italiano justifica el abandono del legendario V12 atmosférico por una búsqueda de prestaciones sin precedentes, haciéndose cargo en gran medida de la mecánica del prototipo 499P, doble ganador en Sarthe en 2023 y 2024. El corazón es un V6 biturbo de 3,0 litros. abierto a 120° y 900 caballos de fuerza. A ello se suma un primer motor eléctrico intercalado con la caja de cambios de doble embrague y con una potencia de 81 caballos. En el eje delantero, otros dos motores eléctricos entregan 142 caballos cada uno, para una potencia acumulada de 1.200 caballos en el punto de intersección de las curvas de energía. El impulso lo proporciona una pequeña batería de 2,3 kWh, que lamentablemente no permite funcionar en modo 100% eléctrico de forma silenciosa y sin contaminar en ciudad.
El F80 muestra valores de aceleración totalmente locos a 100 y 200 km/h con 2,15 y 5,75 segundos respectivamente. ¡Cuidado con tu cuello! El F80 tiene otros argumentos que esgrimir, como un perfil aerodinámico que combina guiños al pasado –franja negra estilo Zoro del 365 Daytona, alerones delanteros del F40 o tapa del motor del F50 GT– y una suspensión controlada ultrasofisticada. Los flujos de aire internos y externos se guían electrónicamente según sea necesario y en línea con la altura de marcha, que se mantiene constantemente en el umbral de máxima eficiencia durante la aceleración, el frenado y las curvas. La carga aerodinámica ya alcanza 1 tonelada a 250 km/h… cuando la velocidad máxima se fija en 350 km/h. Por último, los dos motores eléctricos delanteros aportan un dinamismo adicional gracias a la vectorización del par.
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