Se trata de una fuerte señal de reconciliación entre Niamey y Cotonú. El 16 de octubre, el gobierno beninés aprobó a Kakade Chaibou como embajador extraordinario y plenipotenciario de Níger en Benín, con residencia en Cotonú. Niamey ya había hecho lo mismo el 6 de agosto con motivo de la instalación del beninés Gildas Agonkan en Níger. Dos nombramientos que confirman el calentamiento diplomático entre los dos vecinos tras meses de tensiones.
Buenas noticias desde el punto de vista diplomático, pero también para los habitantes y los actores económicos de dos países. “De hecho, es muy importante que, desde un punto de vista político, diplomático, desde un punto de vista estratégico, las relaciones vayan bien, porque obviamente eso tiene un impacto en los aspectos económicos”. insiste, a DW, Régis Hounkpè, analista político y profesor de geopolítica.
Reanudación del transporte de petróleo.
Está en juego en particular: la exportación de petróleo, que une a las dos naciones en una interdependencia estratégica. El pasado mes de mayo, Benín prohibió la carga de petróleo procedente de Níger en el puerto de Cotonú, como reacción al cierre de la frontera con Benín por parte de Níger. Luego se levantó la prohibición. En agosto se cargó un primer barco con barriles de petróleo. “Creo que es una medida de deshielo, incluso pienso que es la resolución de este problema diplomático lo que llevó al nombramiento de estos dos embajadores que luego continuarán el deshielo de esta situación para que los dos Estados puedan trabajar de la mano y luego armonizar los puntos de vista económicos”, analiza el economista Rodrigue Rustico.
“Todo va según lo planeado”.
Desde que Benín levantó la prohibición de realizar las operaciones de carga, nada menos que cuatro buques han transportado ya petróleo crudo nigerino desde la plataforma de Sèmè hasta el lugar de la refinería. La última carga de más de 150 mil m3 de crudo data del 8 de octubre. “Si se ha reanudado es porque está sucediendo según lo previsto” confirma Wilfried Léandre Houngbédji, portavoz del gobierno beninés. Para él, el éxito de estas exportaciones señala claramente el comienzo de un deshielo. “Todas las partes desempeñan su papel, tanto por parte beninesa como por parte nigerina e incluso china, hasta la fecha no he oído hablar de ninguna fricción, de ninguna situación que pudiera perjudicar la buena economía de este expediente. Así que creo que todo va como debería”.
Las relaciones económicas entre Benin y Níger van mucho más allá del petróleo: el comercio afecta a la agricultura y los productos manufacturados, pero los hidrocarburos siguen siendo el pilar de esta cooperación. Por tanto, la nueva dinámica diplomática podría fortalecer aún más estos intercambios.
