Barato, pero no una ganga: la mercancía de Temu suele ser de mala calidad.Imagen: www.imago-images.de
Calidad deplorable, engaños, sospecha de fraude del IVA: dentro de la UE, crece la resistencia contra los comerciantes chinos de bajo coste como Temu o Shein. Y también en Suiza la política es activa. Pero no es tan fácil poner fin a estas prácticas comerciales cuestionables.
Remo Hess, Bruselas / ch media
Un par de zapatos de hombre por cinco francos. Un reloj inteligente por diez francos. Un tensiómetro por menos de quince francos. Las ofertas de minoristas chinos en línea como Temu o Shein a menudo parecen demasiado buenas para ser verdad. Y, de hecho, el “megaacuerdo” a menudo se convierte en una “megadecepción”. En lugar de buenas ofertas, terminamos con basura.
Los defensores de los consumidores en Suiza y en toda Europa llevan tiempo advirtiendo. No es sólo el monitor de frecuencia cardíaca el que proporciona resultados erróneos. O el reloj inteligente que ya no puedes apagar. Algunos productos son simplemente peligrosos.
Juguetes o ropa, misma pelea ????
Tenga cuidado, su dispositivo podría incendiarse
Y el peligro no es despreciable. Por ejemplo, algunas tazas infantiles contienen sustancias tóxicas. Y existe el riesgo de electrocutarse al utilizar aparatos de cocina. Sin mencionar que algunos radiadores tienden a incendiarse. Es evidente que a menudo se ignoran las normas de seguridad europeas.
Ahora se está organizando una resistencia dentro de la UE. Nadie llega tan lejos como Raoul Rossmann, el jefe de la cadena de farmacias alemana del mismo nombre, que pide la prohibición total de Temu. Con el apoyo de Francia y otros países de la UE, el Ministro de Economía alemán, Robert Habeck, recientemente hizo sonar la alarma en la Comisión Europea en Bruselas.
Acerca de Rossmann ????
Exige que las normas europeas vigentes se “aplican rigurosamente” a partir de ahora.
“Ya no podemos aceptar que cada día lleguen cientos de miles de paquetes con productos que no cumplen con los estándares europeos”
Sven Giegold, en representación de Robert Habeck
En concreto, Temu y Shein deben afrontar estas tres críticas:
- Productos defectuosos: Además de los flagrantes fallos de seguridad mencionados anteriormente, muchos productos que llegan a Europa a través de las principales plataformas no cuentan con certificación de producto. A veces, la etiqueta “CE” es simplemente falsificada, No existen instrucciones de uso obligatorias, ni datos de contacto de los fabricantes. Todas las demás empresas, que deben cumplir estrictas normas europeas, que conllevan costes, se sienten engañadas.
- Engaño: En la aplicación Temu, las llamadas ofertas especiales a veces van acompañadas de una “cuenta atrás” como “este súper descuento sólo está disponible durante diez segundos”. O da la impresión de que el producto está a punto de agotarse. Se trata de engaños destinados a incitar a los usuarios a comprar rápidamente. Estos “patrones oscuros” son ilegales.
- Fraude fiscal y evasión aduanera: En la UE, la exención aduanera es de 150 euros. Los productos que no excedan esta cantidad podrán importarse gratuitamente. En Suiza, la franquicia asciende a 62 francos. Temu juega con esta regla y divide sus envíos entre un mismo cliente para mantenerse por debajo del umbral en términos de valor de la mercancía. Además, se han denunciado varios casos en los que el valor de las mercancías se indicaba incorrectamente en los paquetes, lo que constituye un fraude del IVA.
¿Qué planea la UE para limitar los excesos de Temu y Shein?
Está claro que se eliminará la exención aduanera de 150 euros. Esto significa que incluso los productos baratos de Temu tendrán que pagar impuestos. Pero la implementación práctica planteará un enorme problema.
El año pasado, Temu envió aproximadamente 400.000 paquetes por día sólo a Alemania. En toda Europa llegaron desde China alrededor de 2 mil millones de “paquetes libres de impuestos”. Por supuesto, hacer que las autoridades aduaneras los controlen, que ya carecen de personal suficiente, es completamente irreal. Europa está abrumada por la ola de paquetes chinos.
Por tanto, sería preferible actuar antes de que los paquetes lleguen a Europa. Pero no es tan simple. De hecho, el papel de las plataformas consiste únicamente en conectar a compradores y productores.
La importación real de la mercancía se realiza a través del internauta europeo, que formalmente realiza el pedido directamente a la fábrica en China. Desde este punto de vista, los productos llegan directamente a domicilios particulares y nunca se comercializan en Europa. Temu no es un comerciante y, por tanto, no es responsable de la calidad de “sus” productos.
Las plataformas deben rendir cuentas
Pero la UE no quiere permitir que las plataformas se salgan con la suya tan fácilmente. Con su “Ley de Mercados Digitales” (DSA), que entró en vigor este año, tiene opciones para controlar los grandes mercados en línea. En sus sitios no se puede vender contenido ilegal, incluidos productos peligrosos.
Ciertamente no son responsables de los productos en sí, pero sí del hecho de que se vendan a través de la plataforma. Las multas pueden ser elevadas y ascender hasta el 6% del volumen de negocios anual total. En casos extremos, una plataforma de ventas puede incluso ser prohibida.
A finales de junio, las autoridades europeas lanzaron la primera etapa de acción contra estas plataformas chinas. La Comisión Europea, como supervisora del mercado interior, ha solicitado información formal a Temu y Shein sobre su cumplimiento de la DSA. En Bruselas, esto siempre marca el inicio de una investigación criminal. El jueves pasado Bruselas hizo lo mismo y formuló nuevas preguntas con un plazo de respuesta de diez días.
¿Y qué está haciendo Suiza?
Como informó recientemente Watson, los representantes de Temu fueron convocados a la Secretaría de Estado de Asuntos Económicos (Seco) a principios de septiembre para responder algunas preguntas sobre sus prácticas comerciales. Estos incluían, entre otras cosas, el uso de “patrones oscuros” y el cumplimiento de la legislación sobre competencia desleal. Una denuncia presentada por los minoristas suizos la primavera pasada estuvo en el origen de este asunto.
Pero la política también se ha vuelto activa recientemente. A finales de septiembre, la consejera nacional de los Verdes, Florence Brenzikofer, de Basilea-Campiña, presentó una moción pidiendo al Consejo Federal que imponga a los comerciantes extranjeros en línea el cumplimiento de las normas del mercado y de seguridad suizas. Para ello, pide explícitamente una alineación con la ley DSA de la UE, porque las autoridades suizas no tienen los instrumentos necesarios.
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Traducido y adaptado del alemán por Léa Krejci.
