En una terrible advertencia, un alto funcionario estadounidense alertó a la comunidad internacional sobre una inminente “masacre a gran escala” en El Fasher, Darfur, donde más de 2 millones de personas están en riesgo. La amenaza proviene de las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF), un grupo paramilitar con una historia ligada a acciones genocidas pasadas en la región.
El conflicto se ha intensificado debido a una lucha de poder armado entre las RSF y las Fuerzas Armadas Sudanesas, que se ha extendido desde Jartum a otras partes de Sudán y que ahora pone en peligro Darfur del Norte. Se han hecho llamamientos urgentes para que las RSF pongan fin a su asedio, que todas las partes reduzcan la escalada y que se proteja a los civiles y se respete el derecho internacional.
El acceso humanitario a El Fasher se ha visto gravemente comprometido, lo que ha afectado la entrega de ayuda a más de 330.000 personas que padecen inseguridad alimentaria. Los civiles, incluidos grupos étnicos vulnerables, están atrapados en la zona de conflicto, lo que ha provocado llamados para que se pueda salir de la ciudad de manera segura.
El Consejo de Seguridad de la ONU ha reiterado la necesidad de un cese inmediato de las hostilidades y el cumplimiento del embargo de armas de la ONU. Con millones de personas ya desplazadas y enfrentando un hambre aguda, la situación exige una intervención internacional urgente para evitar más pérdidas de vidas y advertir una catástrofe humanitaria en Darfur.
