Una vez más, los organizadores del III Día de la Mujer y la Familia jugaron con el tiempo. Se pronosticaban lluvias, pero hasta media tarde reinó un tiempo templado en Carla-de-Roquefort. Alrededor de un centenar de participantes emprenden rutas en bicicleta de carretera, en bicicleta de montaña o a pie. Si los circuitos de carretera eran idénticos a los de la edición anterior, las novedades llegaban del circuito de bicicleta todoterreno o incluso de la marcha.
Guiados por los lugareños, los caminantes se dirigieron hacia el camino de la procesión para llegar a las alturas de Lieurac antes de descender a Carla, donde el caminante más viejo recibió una gran ovación. Es cierto que camina habitualmente para mantenerse en forma durante mucho tiempo. Mientras tanto, los ciclistas de montaña estiraron las piernas en el circuito que los llevó de Carla a Lieurac pasando por Mane para llegar a Ilhat. No hacía falta darse un chapuzón en el Douctouyre, porque teníamos que seguir por Roquefort-les-Cascades para finalmente dirigirnos hacia el Chemin des Escroses, y un poco más tarde la llegada con las bebidas oportunas. Para los ciclistas, algunos de los cuales deberían participar en la Ariègeoise a finales de junio, se propusieron tres rutas con distintos grados de dificultad.
Para finalizar el día, todos se reunieron en la sala de fiestas del complejo Amédée Ilhat para disfrutar de una comida a la parrilla. Fue una oportunidad para que el presidente del cicloclub Pays d’Olmes, Jean Escaich, agradeciera a todos los participantes concertando una cita para verlos el año que viene en la 4ª edición.
